Oh
iglesia de aldea, enmárcate contra los
cielos de
tormenta. Que Dios descienda sobre tus baldosas y recíbeme solitaria, sin nadie que me mire esquinadamente.
Parroquia de aldea, fundeme con tus
piedras y déjame que me abandone del Dios en que creo. él es mi único
amigo, y yo no me creo buen amigo suyo. Parroquia de
Aldea del Rey, recíbeme solitaria y búscame un
rincón en tus
sombras luminosas. Si quieres, que venga la bondad y la sonrisa de Paquito a abrir brecha en mi soledad, porque él es el
... (ver texto completo)