“Es de un estilo posmodernista, posterior al desarrollo del modernismo que era muy de principios del siglo XX”, nos comenta el historiador. El pasaje, cerrado en altura con una gran
vidriera que cubre toda la
calle, “crea un ambiente muy peculiar con la luz cenital”. Además, las
columnas de tipo pseudojónico "le dan un carácter propio y único”. “Ocurrió en la época dorada de la
arquitectura monumental de la ciudad, cuando florecieron varios arquitectos”, nos comenta. El Pasaje forma parte de un conjunto que fue concebido como viviendas de alquiler y bajos comerciales. Relieves,
esculturas y motivos ornamentales adornan esta pequeña calle, la mayoría creados por Vitaliano Sánchez Corredor. “Las esculturas, de molde, fueron creadas exclusivamente para este proyecto”, nos comenta García-Saúco.