El origen de esta
calle tan
monumental en
Albacete tiene lugar en la época de entreguerras, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. “En ese momento, una burguesía de base agrícola que se enriqueció con la guerra (vendiendo trigo a uno y otro bando) decidió monumentalizar la ciudad. Ellos fueron los que construyeron la calle Ancha, la calle Molins y este Pasaje que es paralelo a la calle Tesifonte Gallego, la calle principal de la ciudad”, nos cuenta.