TUDANCA: El Padre Rávago y su tierra....

El Padre Rávago y su tierra.

Véase genealogía del linaje en Rábago, en esta web.

Don Iñigo Aguilar Sánchez ha tenido la amabilidad de remitirnos copia de unas páginas de la obra

“Rutas Literarias de la Montaña”, de Don José María de Cossío,

en las que éste hace referencia al Padre Rávago y a su patria chica. Las transcribimos aquí:

POLACIONES.

La vista admirable que se ve desde el collado de Piedras Luengas se oculta durante algún tiempo de los ojos que siguen la carretera a su bifurcación, de la que ya dije, por los avellanos y árboles que crecen junto a ella y los escarpes de la derecha labrados sobre el mismo lomo de Peña Labra. Todavía hemos de poder contemplar tal paisaje, y de él despedirnos desde el sitio que llaman la Cruz de Cabezuela, para entrar resueltamente en el valle de Potaciones y pasar a bordear las estribaciones de Peña Sagra. Es este valle el más alto de toda la Montaña por esta parte del Sur, en sus lindes con la Pernía palentina. Son varios los pueblos que le componen, aunque para nuestro objeto es Tresabuela el que solicita más vivamente nuestra atención. Es el tal un caserío tendido en una cañada de Peña Labra, y no de los más poblados del valle. Para ascender a él hemos de abandonar la carretera que venimos siguiendo y tras cruzar el pueblo de Puente Pumar y el de Lombraña, uno y otro con las más insignes casas solariegas de todo el valle, de ellas abandonadas, de ellas vividas y todas con restos suficientes para acreditar el entorno de aquel trozo de tierra montañés, siempre ascendiendo por un repliegue del valle se aparece tal pueblo, con su iglesia rural, más acomodada y de tiempo más reciente que suelen ser las de estas feligresías.

Esta fue patria del padre Francisco de Rávago, S. J., confesor de Fernando VI, e insigne bienhechor de este pueblo y de toda la provincia montañesa. Tiénenle los purriegos, que tal nombre reciben los naturales de este valle, en gran predicamento, y como honra principal de él está considerado.

Hubo en Polaciones un poeta espontáneo y popular, especialista en cantares de boda e improvisaciones exigidas por otras reuniones, al que llamaban tío Juan Manuel, el del Callecedo, pues de un barrio de Puente Pumar así llamado era natural, y en él vivió siempre. Acudieron a bodas a Pernía tío Juan José, cuyo apellido era Morante, y otros purriegos, y al verles llegar los de aquel condado les cantaron con intención:

Asómense a esas ventanas y a esos altos corredores,

ahora verán venir los tochos de Polaciones.

d la red..... igue


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