Iglésia románica del Siglo XIII, situada en la parte mas alta del pueblo a 980 m de altitud, es una mezcla de estilo entre románico y renacentista debido a las profundas transformaciones causadas por restauraciones y ampliaciones a lo largo de los siglos, desapareció la torre de espadaña que tenía, siendo sustituida por otra cuadrada con ocho troneras, dos por cada lado algunas de ellas tapadas sobre todo las que estan orientadas al "Cierzo"= al norte, para evitar las inclemencias del tiempo, nieve agua, viento, etc.
Durante la Guerra civil española fue desvalijada y despojada de sus reliquias, retablos, imágenes y campanas. Este pueblo quedó dentro del frente de la desdichada guerra en el bando republicano, la Iglésia fue utilizada como cocinas y cuadras para los mulos lo cual hizo que solamente dejasen en pié las paredes quemando incluso las escaleras de subida al campanario. En el año 1961 se instalaron a costa del pueblo 2 campanas de acero.
El año 2001 se realizó una gran reparación con una inversión de 4 millones de pesetas que donó la Diócesis de Cantabria a través de la intervención del Alcalde Jose-Luís de Cossio Fernández, y el Párroco D. Julián Berzosa Guerrero con el Vicario Generalde dicha diócesis D. Marcelino González natural de Mataporquera. También apoyaron económicamente los vecinos y personal del pueblo residente fuera de él. Las obras en concreto fueron orientadas al tejado/atrio/pórtico/campanari o e interior del templo y sacristia. La pila bautismal de estilo románico, que no fue deteriorada durante la guerra está en buen estado a pesar de estar fechada en el siglo XII, está contruida en piedra arenisca cuyas dimensiones son: 1 m 45cm de altura por 1 m 40cm de diámetro (en ella fuí bautizado). En el interior del templo en el suelo hay 20 sepulturas todas ellas fabricadas en piedra labrada y guardando perfecta similitud para acoger a los difuntos. El Camposanto en la zona norte adosado a la Iglésia, que por razones de higiene se dejó de enterrar en el interior del Templo
Durante la Guerra civil española fue desvalijada y despojada de sus reliquias, retablos, imágenes y campanas. Este pueblo quedó dentro del frente de la desdichada guerra en el bando republicano, la Iglésia fue utilizada como cocinas y cuadras para los mulos lo cual hizo que solamente dejasen en pié las paredes quemando incluso las escaleras de subida al campanario. En el año 1961 se instalaron a costa del pueblo 2 campanas de acero.
El año 2001 se realizó una gran reparación con una inversión de 4 millones de pesetas que donó la Diócesis de Cantabria a través de la intervención del Alcalde Jose-Luís de Cossio Fernández, y el Párroco D. Julián Berzosa Guerrero con el Vicario Generalde dicha diócesis D. Marcelino González natural de Mataporquera. También apoyaron económicamente los vecinos y personal del pueblo residente fuera de él. Las obras en concreto fueron orientadas al tejado/atrio/pórtico/campanari o e interior del templo y sacristia. La pila bautismal de estilo románico, que no fue deteriorada durante la guerra está en buen estado a pesar de estar fechada en el siglo XII, está contruida en piedra arenisca cuyas dimensiones son: 1 m 45cm de altura por 1 m 40cm de diámetro (en ella fuí bautizado). En el interior del templo en el suelo hay 20 sepulturas todas ellas fabricadas en piedra labrada y guardando perfecta similitud para acoger a los difuntos. El Camposanto en la zona norte adosado a la Iglésia, que por razones de higiene se dejó de enterrar en el interior del Templo