Data del Siglo XVII.
Establece una casona que adopta un lenguaje
artístico barroco, integrando en la casona,
capilla y gran
fachada de representación con espectaculares
escudos de armas, de efecto escultórico muy plástico.
Tanto la
casa como la
ermita serían construidas seguramente en el año 1718, en que debió terminar la ermita, como consta por inscripción.
Estilísticamente la casa reproduce un modelo de origen madrileño que distinguía las zonas vivas de la estructura de la casa de las zonas muertas, los paramentos murales. Así los pilares,
arcos, líneas de imposta, vanos cornisas y esquinales. Se fabrican en
piedra de sillería, mientras que los muros se construyen en ladrillo o en mampostería. Los grandes escudos, muy espectaculares, contribuyen a la manifestación barroca de estas
fachadas, en origen de
tradición tardoclasicistas, como se puede ver en los refajados. El modelo se adapta al medio rural abriendo tres arcos en el piso bajo.