Antes de la invención de la ordeñadora automática (Sobre los años 80 llegó a
Navajeda) se ordeñaba siempre a mano.
La leche se depositaba sobre cubos como el de la
foto y posteriormente se vertía en ollas del mismo material. Una vez llenas se llevaban al exterior para que las recogiese un camión cisterna las vaciaba en su interior.