CASTRO URDIALES: HISTORIA. En 1173 fué repoblada esta v. por el rey...

HISTORIA. En 1173 fué repoblada esta v. por el rey Don Alonso IX, quien la concedió grandes privilegios. Sobre Castro-Urdiales vinieron los franceses el 13 de marzo de 1813; Palombini con su división italiana, y Clausel, acompañado de un batallón francés y 100 caballos. Habia de guarnición dentro de la plaza 1,000 hombres y artillaban sus adarves unas 22 piezas. Era gobernador D. Pedro Pablo Álvarez. Llegados que fueron los franceses examinaron las averías del puerto y se dedicaron a acometer los muros por escalada en la noche del 22 al 23; pero la guarnición, ayudada del fuego de los buques ingleses que por allí cruzaban, los rechazó gallardamente. El general Clausel, viendo que no le llegaban los refuerzos que esperaba de Bilbao, que D. Juan López Campillo, al frente del segundo batallón de Cantabria, y que D. Gabriel de Mendizábal, seguido de algunas partidas sueltas se dirigían á Castro-Urdiales, determinó retirarse en la noche del 25 al 20 después de haber abandonado escalas y muchos pertrechos. A principios de mayo del mismo año emprendieron de nuevo los franceses el cerco de Castro-Urdiales, sirviéndose para ello de la división de Palombini y de la del general Foy, procedente de Castilla la Vieja. La guarnición se preparó a rebatir los ataques, aproximándose en su auxilio fuerzas inglesas de mar que mandaba el capitán Bloye. Verificaron los franceses su propósito teniendo para lograrle que asediar con regularidad tan débil plaza. Los cercados hicieron sus salidas y retardaron los trabajos; pero no pudieron impedir que la flaqueza de los muros cediese al constante fuego del sitiador. Aportillada brecha se halló practicable el 11 de mayo en el ángulo inmediato al conv. de San Francisco. No por eso se entregaron los sitiados á partido, sino que una y dos veces animados por el bravo gobernador, rechazaron a los franceses. Duró algún tiempo la defensa a la que contribuyó no poco el vecindario, hasta que cargando gran golpe de franceses y entrando a escalada por otros puntos, se refugiaron los sitiados en el cast., desde donde se fueron embarcando con muchos hab. á bordo de los buques ingleses por el lado de la ermita de Sta. Ana. Quedáronse en el cast. 2 compañías, aguantándolos acometimientos del francés, sin alejarse hasta haber arrojado al agua los cañones y varios enseres. De los postreros que dejaron la orilla fué el gobernador D. Pedro Pablo Alvarez: los franceses entraron a saco la v., pasaron a muchos a cuchillo, pegaron fuego a las casas y todo fué lástimas y destrozos. En vano quiso impedir estos males el general Foy: los italianos dieron la señal de muerte y ruina, y no tardaron los franceses en seguir el inhumano ejemplo. El 22 de junio de este mismo año embarcaron los franceses la guarnición que tenían puesta en Gastro-Urdiales trasladándola a Santoña.
El escudo de armas de Castro-Urdiales ostenta un cast. puente, ermita, nave y ballena en la mar.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.