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CARMONA: “CARMONA AGRADECIDA , SALUDA A LAS AUTORIDADES” El...

CARMONA AGRADECIDA , SALUDA A LAS AUTORIDADES”

El suministro eléctrico actual en Carmona se inauguró el seis de Mayo del año 1975, “tardía y estentoreada incorporación al mundo de la electricidad” y “Carmona ya tiene luz de verdad” rezaban los titulares de los diarios provinciales que cubrían la noticia , y cierto era , tardía , muy tardía si se tiene en cuenta que cualquiera de los pueblos de alrededor disfrutaban del suministro eléctrico suficiente desde hacía veinte años.
Fue todo un acontecimiento, picayos cantados con versos alusivos a la esperada electricidad, inauguración por parte de las autoridades civiles, visita del Gobernador de la provincia y otros cargos de la época , y no faltó tampoco a la función algo tan propio de esas fechas como fue un chaparrón que apenas cesó pero que no interrumpió el transcurso de los eventos preparados.

“¿Que dirán nuestros vaqueros
Cuando cuelguen el zurrón?
Se van a quedar pasmados
Con tanta iluminación.”

Esta copla se repetía junto a otras tantas por el estilo, creadas para tal efecto con la sorna característica de la que siempre hago alusión y que ha sido tan genuina y carmuniega . Tampoco tiene desperdicio la que decía:

“Carmona ya no es Carmona,
Carmona es una ciudad
Que han quitado los carburos
Y han puesto eletrecidá”.

En el Palacio , a medio construir (se inauguró como hotel al año siguiente) se ofreció una comida a los asistentes y desde esa noche, los hogares del pueblo disponían no sólo de bombillas para iluminar las vetustas estancias, sino también un montón de aparatos novedosos que cada cual se fue procurando poco a poco como eran lavadoras, planchas, televisores, transistores , tocadiscos, batidoras , el molino para el café ...en fin todo lo necesario para dar el salto hacia la modernidad desde un sistema de vida ancestral que hasta esos días se había mantenido casi intacto y que poco a poco fue arrinconando para siempre los cajones de lavar, que bastante habían ido y venido ya al río en la diestra de nuestras madres con el mullido del cojín, la pastilla de jabón pringosa y los chorretes del añil que los regaban de alto en bajo.

Y es que como se oyó comentar por aquellos días en el río:
_” Chacha, si es que paéz cosa del demoniu hí...”.