Raquel era una buena mujer, se adaptó a los usos y
costumbres del
pueblo como una gran trabajadora que era, enseñaba a
bordar y a coser a las niñas, acarreaba
agua del
rio y hacía todas las labores de la
casa mientras su hermano ejerció en
Carmona.Hay un grato recuerdo de ella.
Como anécdota, ya sabéis los carmuniegos que cuando se hace la
matanza se reparten boronos entre los vecinos (son como bolas cocidas de harina de maíz muy parecidos en sabor a las morcillas, se comen con leche a modo de
... (ver texto completo)