Bajaban en este tiempo las maconas en las cabezas colmadas de erizos a los
patios de las
casas todos aquellos que hacían el "carril".
Bajo las camas, en el "zarzu" del "soberáu"( para acelerar el secado), en el suelo de los
balcones por el día al sol, se colocaban las
castañas que se traían escogidas ya del
monte.
Era curioso( aquí se vé la importancia de este
fruto), que los
castaños eran propiedades, lo mismo que las
fincas, y en muchas ocasiones había
árboles de un vecino en el prado de otro,
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