BIELVA: Cierto amigo Pablo, algunas necesidades unían a las...

¡Hola Nati! Espero que sigas bien, con tu familia, juntitos. Como ves aquí seguimos, dando por el saco jajajaj, que no decaiga la fiesta. Bien dices que ya está próxima la navidad y mucha gente sigue sin trabajo ni ve un futuro a su vida. Nadie duda que los tiempos pasados fueron terriblemente duros. Sin comida y muchos sin un techo fue algo determinante para llevarse a la tumba a mucha gente. Cuando las sociedades en las que vivimos abren trecho entre los de "arriba" y los demás, se produce siempre desigualdad, ruptura y pobreza. Unos viven insultantemente bien y otros vergonzosamente mal. Nuestros tiempos parecen más suaves, pero no, no lo son. Además tenemos un agravante, no hay tanta humanidad y la caridad empieza a ser privilegio de valientes. Hace una semana un pobre hombre, vecino del local de mi tienda, se tiró por el balcón de su casa. Dejó una nota pidiendo únicamente que alguien cuidara de sus dos perrillos (que durante años, yo veía como los paseaba tarde y noche). Una víctima sin ruido, una más, otra. Hay muchas. Muchas. Recuerdo que cuando era un niño, mi abuela materna (Nieves, mi querida abuela) compró una casa en su pueblo natal. Habían pasado muchos años desde que salió de allí para vivir en Castellón y casarse con mi abuelo que era de Benicasim. Pues bueno, como digo, recuerdo que durante años los vecinos (todos labradores, todos pobres, estos por lo menos) nos traían a casa tomates, lechugas, melocotones, peras, ciruelas, etc. etc. cualquier cosa, todo en su época de cultivo. La gente daba lo que no tenía, para los demás. Ahora es diferente, pero ahora... es... no digo peor pero casi. Esta sociedad actual nos ahoga. El sistema nos ahoga. La gente no muere "al uso" de hambre (muchos si) la gente muere de ansiedad, de indignidad, de incomprensión y de ayuda. Tenemos a unos dependientes despreciados, a los que mas nos necesitan dejados y a unos jóvenes a los que les "decimos" ¿estas tonto? ¿que haces aqui? si quieres ser feliz ¡vete!.
No es utopía ni populismo decir que sobran, coches oficiales, sueldos astronómicos, viajes absurdos, reuniones en Paradores y Hoteles *****, dietas desmesuradas y carreras vergonzantes de los diputados de esta España bajando las escaleras que conducen a sus escaños un JUEVES a las 14 h. para ir a coger sin demora sus aviones o trenes con el fin de pasar un laaaaargo fin de semana (hasta el martes que empiezan de nuevo las sesiones en el Congreso) (ver video youtube).
Bueno, no soy político, no me veáis tendencias partidistas, solo quería que me vierais persona. Yo solo aspiraré a eso. Casi nada, ya te digo.
Besucus Nati.

¡Hola, Miguel! Cuanto añoro ese respeto y ese cariño que había entre los vecinos de mi pueblo. Teníamos menos, pero lo apreciábamos mucho mas, valorando el esfuerzo que requería alcanzar cualquier logro. Son épocas distintas, pero no por tener mas se es mas felíz. no hay mejor recompensa que poder ayudar a tu vecino si lo necesita. ¡Cuanto añoro las conversaciones que teníamos los niños can los mayores del pueblo, que nos contaban sus vivencias sentados en la bolera o en cualquier banco de cualquier casa.
Besucos para ti y Felices fiestas para todos los que se asomen al cuarterón.

Cierto amigo Pablo, algunas necesidades unían a las personas, a los vecinos que no dudaban en compartir. Y no menos cierto, como dices, es que efectivamente se valoraba por todos el esfuerzo por mejorar y alcanzar metas, eso daba moral, el sentirte apoyado daba fortaleza y seguridad. Entrabamos con tranquilidad en aquellas casas de amigos, con las puertas siempre abiertas y donde eras siempre recibido porque al final todo formaba parte de una gran familia, unos con mas afinidad, otros con menos, pero en definitiva una familia.
Recuerdo esas noches de verano en las que se sacaban la sillas a la calle y te sentabas junto a los mayores escuchando (y aprendiendo) de sus conversaciones, hasta que llegaba el sueño y todo el mundo buscaba el descanso. Duros tiempos pero grandes tiempos.