Su construcción se inició en 1229, después de la conquista de la isla por la Corona de
Aragón. El rey Jaime I, decidió derribar la antigua gran mezquita de Medina Mayurqa para construir un gran templo dedicado a
Santa María, debido a que al estallar un fuerte temporal durante la travesía por
mar hacia
Mallorca para conquistarla, prometió construirle una
catedral en veneración si esta les salvaba de la muerte