Su decoración presenta dos ambientes: en la planta baja se recrea el estilo
medieval con obras del siglo XV al XX. Entre ellas sobresale la única pintura de Jacob Seisenegger conservada en
España: el Retrato de Carlos V con un capotillo de piel de lobo cerval. La planta superior, utilizada para la celebración de actos oficiales de la
familia real, está decorada con objetos y mobiliario procedentes de otros Reales Sitios de los siglos XVII, XVIII y XIX.