Fue fundada con el nombre de Palma por el cónsul
romano Quinto Cecilio Metelo Baleárico en el año 123 a. C. Se estima que su asentamiento actual corresponde con las
ruinas romanas que se encuentran bajo su casco histórico, aunque aún no existen pruebas irrefutables. Después de estar en manos de los vándalos y los árabes en 903, fue conquistada por el rey Jaime I de
Aragón el 31 de diciembre de 1229, convirtiéndose en la Ciutat de
Mallorca o Ciutat, capital de su propio reino, que decayó tras su incorporación a la Corona de Aragón en 1279.