Es como hacer un viaje por las distintas regiones de
España, disfrutando de sus diferentes estilos arquitectónicos, desde el
gótico y el renacentista hasta el barroco y el mudéjar. Lo especial de este lugar es que no solo es un espacio para ver, sino también para vivir. Muchas de las réplicas albergan
tiendas de
artesanía local, donde puedes
comprar productos tradicionales como
cerámica, vidrio soplado y textiles.