El Rey les donó una porción de tierra, cerca de las Atarazanas, para que se establecieran y atendieran a los necesitados, que como consecuencia de la guerra precisaban asistencia. Desde aquel momento la Orden estuvo haciendo frente a los ataques que se producían, con frecuencia, a los
pueblos de las islas, desde el norte de África. En el año 1276 ya aparece erigido el Templo y el
Hospital.