IBIZA

Habitantes: 133.702  Altitud: 99 m.  Gentilicio: Ibicenco, Ca 
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Situación:

Ibiza (en catalán y oficialmente, Eivissa) es una isla situada en el mar Mediterráneo y que forma parte de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, en España. Cuenta con una extensión de 570 km² y una población de 113.908 habitantes (INE 2006). Su longitud de costa es de 210 km, en donde se alternan pequeños peñascos. Las distancias máximas de la isla son de 41 kilómetros de norte a sur y 15 kilómetros de este a oeste. Posee una morfología muy irregular formada por varias montañas de las cuales la más alta es Sa Talaia, situada en el municipio de San José con 475 metros de altitud. Está situada unos 77 km al este de la Península Ibérica, frente a Denia, 140 km al suroeste de la isla de Mallorca, y al norte de Formentera, con unas coordenadas 38.98° N 1.43° E. Su capital es Ibiza y los dos pueblos más importantes, además de la capital, son San Antonio Abad y Santa Eulalia del Río y el más grande San José
Las islas de Ibiza y Formentera reciben el nombre de Islas Pitiusas, (Illes Pitiuses, en catalán), forman un archipiélago diferente al que forman Mallorca y Menorca, aunque hoy en día se hable de Archipiélago Balear y formen parte de la misma unidad administrativa. Ocupa una superficie de 570 km² y por ella discurre un solo río, el de Santa Eulalia del Río, único río de Baleares, que desde hace bastantes años permanece seco por la excesiva explotación de los recursos acuíferos de la isla.

Ayuntamiento:

Ocupa parte del antiguo convento de Sant Domingo. Destaca la sala de plenos, el claustro y la colección de pinturas.

Monumentos:

• ASENTAMIENTO FENICIO DE SA CALETA
• BALUARD DE SANT JAUME
• BALUARD DE SANT PERE
• LA CATEDRAL
• MONESTIR DE SANT CRISTÒFOL
PARROQUÍA DE SANTA INÉS
• PINTURAS RUPESTRES DE SES FONTANELLES
SANTUARIO PÚNICO DES CULLERAM
El monumento más importante de Ibiza son las murallas renacentistas de Dalt Vila en la ciudad de Eivissa, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. El convenio firmado en el año 1234 por Guillermo de Montgrí, Pedro de Portugal y Nunó Sanç, futuros conquistadores de las islas Pitiusas, fijaba como una de las primeras obligaciones la creación de una parroquia dedicada a Santa María, en la Villa de Eivissa.
Esta parroquia ya fue una realidad, una vez asumida la conquista, el 8 de agosto del año 1235. En un primer momento se instaló en un edificio anterior, tal vez una mezquita musulmana readaptada al culto cristiano, aunque nunca ha podido demostrarse este hecho, a pesar de haberse realizado numerosas investigaciones arqueológicas.
Los datos al alcance indican que a una construcción preexistente se le añadió por el lado de levante toda la unidad formada por el campanario de planta trapezoidal y el ábside poligonal con las cinco capillas. Se trata de una construcción muy maciza, de estilo gótico clásico, levantada en el siglo XIV.
De este campanario, además, es necesario remarcar el importante conjunto de campanas de los siglos XVI y SVII, restauradas hace poco por la Consellería de Patrimonio. Está considerado por los entendidos como uno de los más relevantes en su género.
Se sabe que en el año 1435 la iglesia tenía cinco capillas dedicadas a San Jaime y San Miguel, a Santa Tecla y San Antonio, a San Juan Bautista y San Juan Evangelista y a San Pedro y San Pablo.
Una nueva nave fue construida a finales del siglo SV, rematada con la capilla Fonda, que hicieron els francolins, el año 1538.
En el siglo SVIII se aprovechó el mal estado del templo, principalmente de sus cubiertas, para realizar una gran reforma del edificio. Las obras fueron dirigidas por Jaume Espinosa y Pere Ferro "obrers de la vila" y transcurrieron entre 1715 y 1728.
En el año 1782 el papa Pío VI erigió la sede episcopal de Eivissa y la iglesia medieval, renovada, se convirtió en la Catedral, que tendría que permanecer perpetuamente sufragánea de Tarragona, igual que había sucedido en su estado anterior de parroquia, a causa de la vinculación de los antiguos conquistadores.
La catedral conserva numerosas obras de arte, entre las que destacan una custodia gótica de plata dorada, hecha por Francesc Martí en el 1399, dos tablas góticas de Santa Tecla y San Antonio, pintadas por Francesc Comes en el siglo XIV y otras dos, en este caso del siglo XV, del maestro Valentí Montoliu, que representan a San Jaime y San Matías.

Fiestas:

Otra manera de disfrutar de la cultura ibicenca es asistiendo a las fiestas populares de los distintos pueblos de la isla que aún conservan su esencia originaria. El programa de fiestas de cada municipio permite reunirse con los artesanos de cada localidad, asistir a las demostraciones de "ball pagès" y participar en diversas actividades lúdicas y deportivas para niños y mayores, incluyendo conciertos al aire libre que suelen tener como escenario las principales plazas de cada municipio.

Historia:

En 1782, Carlos III otorga a la actual ciudad de Ibiza el título de ciudad y constituye un obispado en la misma. Esto separa a Ibiza de la diócesis de Tarragona, a la que estaba adscrita desde la Edad Media

Turismo:

Cada estación ofrece una Ibiza insólita y diferente. La luz intensa y las temperaturas suaves son una constante durante todo el año. Sin embargo, la floración de los almendros, instante en el que los campos de la isla se iluminan de blanco, sólo puede contemplarse en febrero. Igual sucede con el estallido de flores que inunda la primavera, la sensación refrescante que en agosto produce un baño en sus playas o el placer que causa disfrutar de un pescado fresco bajo el sol de enero, en una terraza junto al mar.
Ibiza puede disfrutarse durante las cuatro estaciones. La isla cuenta con una oferta cultural y de actividades constante y dispone de recursos turísticos suficientes para hacer inolvidable una estancia en cualquier época del año.
La isla, además, proporciona distintas alternativas didácticas que explican de forma práctica la evolución de la isla y el origen de su autenticidad. Los museos Arqueológico (Dalt Vila) y Etnológico (Santa Eulària) contribuyen a ello de forma significativa.
Los aficionados a la arqueología también disfrutan de su paraíso particular en los yacimientos cartagineses, romanos y árabes dispersos por Ibiza, como el santuario de es Culleram, en Sant Vicent, dedicado a la diosa púnica Tanit, la necrópolis de Puig des Molins o el poblado fenicio de sa Caleta.
La fusión de culturas y la necesidad de defenderse de los ataques de los corsarios, han legado a Ibiza un patrimonio arquitectónico de líneas puras, rústicas y contundentes que ha atrapado a artistas de todo el mundo. Los montes sagrados de Santa Eulària y Sant Miquel, con sus iglesias fortaleza, los templos de Sant Josep, Sant Jordi o Sant Antoni, el poblado de Sant Llorenç de Balafia, las miles de casas payesas diseminadas por valles y llanos, los pozos y albercas de origen árabe o las torres de defensa en lugares estratégicos. El legado de los antiguos es generoso y espectacular, y sigue siendo escenario de fiestas y celebraciones.
Esa herencia multicultural y legendaria convierten a Ibiza en una isla abierta y generosa, que acoge y respeta la libertad de cada persona y le brinda toda su hospitalidad
'Ibiza' es el baile, la fiesta, la exhibición, la música que nunca se apaga. 'Eivissa' es la quietud, la tierra, la esencia, el crepúsculo, el paseo bajo la luna llena, o la cena exquisita al borde del mar. Las terrazas, los transeúntes, las galerías de arte, los mercadillos, los espectáculos y los locales de ocio, ofrecen una diversidad que refleja el espíritu multicultural, creativo y alegre de la isla.
Esta amalgama de sensaciones que la isla puede ofrecer es la llave de su autenticidad. La oferta de servicios e infraestructuras turísticas complementa al máximo esta filosofía. Caminantes, noctámbulos, pensadores, aventureros, solitarios, buscadores de tesoros, melómanos, avistadores de pájaros, marineros. Todos, en cuanto la viven, sienten que han hallado en Ibiza un lugar compatible con sus sueños.
Todo un sinfín de posibilidades que, sin duda alguna, hará más placentera la estancia en estas islas. Sin olvidar, la reciente red de rutas cicloturísticas de más de 700 Km.- entre la modalidad de rutas de carretera y rutas de BTT-; así como la creación de 2 estaciones náuticas: la estación náutica de Santa Eulària y la estación náutica de Sant Josep-Sant Antoni
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