VIEGO (Asturias)

Puertu Sus
Foto enviada por Pedro el del Collau

Amiga Caperucita:
Te explicas estupendamente, es más, yo diría que como pocas; dejas algunas dudas razonables, que es bueno que mantengas, “por si... las moscas”.
Mi lobita dece: “que el amor es para darlo sin medida, sin esperar nada a cambio” pero no dice a quién; eso es lo que me preocupa de ella. En tu caso sabemos a quien sin ninguna reserva, que es lo normal en estos casos, es decir, en este tipo de historias.
Parece que el tiempo mejora; esperamos llegue al bosque el turron en tu cesta.
Saludos.
Sí, parece que el tiempo mejora... lo que no sé es si mejorará a tiempo...
Las fiestas que se avecinan no son muy propicias para dar tranquilos paseos por el bosque... se prestan más para alternar en bares y restaurantes, copas y cenas con compañeros de trabajo, con amigos a los que solo ves en estas fechas, familiares... pero mi ánimo no decae... "todo pasa y todo llega"...
No sé si estoy muy de acuerdo con tu lobita, yo creo que el amor siempre espera algo a cambio, espera, cuando menos, poseer ... (ver texto completo)
Manolo, Manolo... ¡qué mal me explico! Verás, yo no necesito que me quieran, me basta con querer yo... seré rara... no sé... soy así, pero si me quieren... ¡mejor! Yo sé, estoy segura, que el lobo me quiere. ¿Me lo dijo? Pues, la verdad, llevamos tantos años juntos, en el cuento, que... creo que sí, antaño alguna vez, puede ser... Pero... ¿qué más da? Si me lo dijera ahora, seguro que me haría dudar... y... ¡Dios, qué complicada soy!... no sé si me gustaría porque... ¿recuerdas?... esta no es una ... (ver texto completo)
Amiga Caperucita:
Te explicas estupendamente, es más, yo diría que como pocas; dejas algunas dudas razonables, que es bueno que mantengas, “por si... las moscas”.
Mi lobita dece: “que el amor es para darlo sin medida, sin esperar nada a cambio” pero no dice a quién; eso es lo que me preocupa de ella. En tu caso sabemos a quien sin ninguna reserva, que es lo normal en estos casos, es decir, en este tipo de historias.
Parece que el tiempo mejora; esperamos llegue al bosque el turron en tu cesta.
Saludos.
Amiga Caperucita:
Nunca me molestaría que me recordaras “mi deber” de escribir alguna cosa en este foro tan entrañable, cierto es que anduve algo acupado el mes pasado; mi lobita es “muy buena gente”, dice que me comprende; yo no estoy muy seguro de comprenderla a ella, pero sin embargo la quiero. ¡De porqué la estoy queriendo no me digas la razón... por el bosque anda perdido este pobre corazón!.
Timoteo me dice, y creo que tiene razón, si nunca te ha dicho: te quiero, ¿a qué esperas para decirle, ... (ver texto completo)
Manolo, Manolo... ¡qué mal me explico! Verás, yo no necesito que me quieran, me basta con querer yo... seré rara... no sé... soy así, pero si me quieren... ¡mejor! Yo sé, estoy segura, que el lobo me quiere. ¿Me lo dijo? Pues, la verdad, llevamos tantos años juntos, en el cuento, que... creo que sí, antaño alguna vez, puede ser... Pero... ¿qué más da? Si me lo dijera ahora, seguro que me haría dudar... y... ¡Dios, qué complicada soy!... no sé si me gustaría porque... ¿recuerdas?... esta no es una historia de amor, esto es... otra historia. ... (ver texto completo)
¡Manolo! ¡Qué alegría! Ya te echaba en falta, no creas. Pensaba darte un toque virtual, pero temía molestarte pensando que estarías muy ocupado con tu lobita. No temas por mí, Manolo, los lobos de asfalto los conozco muy bien y sé librarme de ellos. A estas alturas del cuento, ya sé lo que quiero, pasear tranquila por el bosque y tener algún encuentro con mi lobo, aunque sea de tarde en tarde... pero... eso sí, sin cazadores ni leñadores estropeaplanes en muchas millas a la redonda.
Gracias por ... (ver texto completo)
Amiga Caperucita:
Nunca me molestaría que me recordaras “mi deber” de escribir alguna cosa en este foro tan entrañable, cierto es que anduve algo acupado el mes pasado; mi lobita es “muy buena gente”, dice que me comprende; yo no estoy muy seguro de comprenderla a ella, pero sin embargo la quiero. ¡De porqué la estoy queriendo no me digas la razón... por el bosque anda perdido este pobre corazón!.
Timoteo me dice, y creo que tiene razón, si nunca te ha dicho: te quiero, ¿a qué esperas para decirle, ... (ver texto completo)
Amiga Caperucita:
Piensas muy bien, pero no abras demasiado las ventanas porque los lobos de asfalto suelen ser buenos escaladores. Nosotros, los humildes, los de bosque, vamos de buena fe; pasamos, como muy bien dices, frío, mucho frío; tu lobo también, aunque él anda con una buena bufanda seguramente tejida por ti. Con este tiempo no se la quita. Ahora se dedica a desfacer entuertos junto a Lobi, ¿recuerdas...? aquel que salvó a Benito en la noche más triste que pasar se puede del envite de otros ... (ver texto completo)
¡Manolo! ¡Qué alegría! Ya te echaba en falta, no creas. Pensaba darte un toque virtual, pero temía molestarte pensando que estarías muy ocupado con tu lobita. No temas por mí, Manolo, los lobos de asfalto los conozco muy bien y sé librarme de ellos. A estas alturas del cuento, ya sé lo que quiero, pasear tranquila por el bosque y tener algún encuentro con mi lobo, aunque sea de tarde en tarde... pero... eso sí, sin cazadores ni leñadores estropeaplanes en muchas millas a la redonda.
Gracias por tu copla y por tu ofrecimiento, aunque... estoy segura de que mi lobo me quiere, no tanto como yo a él, pero me quiere.
Y ahora, una confidencia, para que veas que te considero un amigo. Yo, Manolo, no necesito que me quieran, necesito... querer yo.
Saludos para ti, para Timoteo y para toda la manada. ... (ver texto completo)
¡Qué noche de lluvia y frío! Yo, calentita en mi cama, con una calefacción central que obliga a apagar radiadores y abrir alguna ventana, pienso, como cada noche antes de dormirme, en mi lobo, en pleno bosque, con la que está cayendo y... con lo que se avecina. Claro que... es su mundo, como éste es el mío. Menos mal que tenemos, en el cuento, un punto de encuentro que yo espero y deseo no perdamos nunca. Lobo, no debía de quererte y... sin embargo, te quiero.
Amiga Caperucita:
Piensas muy bien, pero no abras demasiado las ventanas porque los lobos de asfalto suelen ser buenos escaladores. Nosotros, los humildes, los de bosque, vamos de buena fe; pasamos, como muy bien dices, frío, mucho frío; tu lobo también, aunque él anda con una buena bufanda seguramente tejida por ti. Con este tiempo no se la quita. Ahora se dedica a desfacer entuertos junto a Lobi, ¿recuerdas...? aquel que salvó a Benito en la noche más triste que pasar se puede del envite de otros ... (ver texto completo)
¡Qué noche de lluvia y frío! Yo, calentita en mi cama, con una calefacción central que obliga a apagar radiadores y abrir alguna ventana, pienso, como cada noche antes de dormirme, en mi lobo, en pleno bosque, con la que está cayendo y... con lo que se avecina. Claro que... es su mundo, como éste es el mío. Menos mal que tenemos, en el cuento, un punto de encuentro que yo espero y deseo no perdamos nunca. Lobo, no debía de quererte y... sin embargo, te quiero.
¡Pedro! ¿Qué quieres decir con eso de... ya caerá? A mi lobo ni se os ocurra tocarlo que soy capaz de salir del cuento y armar una muy gorda. No sé porqué todo el mundo imagina a Caperucita débil, incapaz de defenderse sola, pusilámine... ¡Nada de eso! Soy una mujer de armas tomar y yo por mi lobo... ¡MATO!
CAPERUCITA. No mates a nadie que vas presa y el lobo quedaría a la deriva sin su amor y capaz se marcharía de PONGA y PEDRO y los demás que lo quieren ver se quedarían sin lograrlo, déjalos que lo busquen aunque sea para sacarle una foto y que se devele el misterio,
Hola amigos. El viernes pasado mi amigo Morín decía que nevaba en horizontal, ya que la nieve, en las colladas del puerto Sus venia del soroeste acompañada de fuerte viento. En Viegu por la tarde estaba relativamente bueno, para tomar el café en la terraza de la Corralada.
Fuimos al puerto en busca de muchas cosas pero sobre todo por dos motivos fundamentales: buscar la yegua de un amigo nuestro y vuestro e intentar encontrarnos con el llobu de Caperucita. Ninguna de las dos cosas fue posible, la ... (ver texto completo)
¡Pedro! ¿Qué quieres decir con eso de... ya caerá? A mi lobo ni se os ocurra tocarlo que soy capaz de salir del cuento y armar una muy gorda. No sé porqué todo el mundo imagina a Caperucita débil, incapaz de defenderse sola, pusilámine... ¡Nada de eso! Soy una mujer de armas tomar y yo por mi lobo... ¡MATO!
Hola amigos. El viernes pasado mi amigo Morín decía que nevaba en horizontal, ya que la nieve, en las colladas del puerto Sus venia del soroeste acompañada de fuerte viento. En Viegu por la tarde estaba relativamente bueno, para tomar el café en la terraza de la Corralada.
Fuimos al puerto en busca de muchas cosas pero sobre todo por dos motivos fundamentales: buscar la yegua de un amigo nuestro y vuestro e intentar encontrarnos con el llobu de Caperucita. Ninguna de las dos cosas fue posible, la ... (ver texto completo)