MAL HAYA EL ROMERO QUE DICE MAL DE SU BORDON: Si el bordon es tan imprescindible como lo es la azuela al carpintero, o les alicates a un electricista, qué puede esperarse de quien lo maldice?. Porque podremos hechar pestes de lo que sea, pero hacerlo de aquello que nos sirve para vivir, o nos ayuda de algun modo, es cuestión inconcebible. Y si alguien lo hace, si habla mal de lo suyo o de los suyos, qué credibilidad podrá alcanzar ante los demás? Bien tonto seria quién se fiase de él (ella), después de haberla (o) oido despotricarcontra loque precisamente deberia ensalzar. No, decididamente no. Cuando denostamos lo que deberiamos alabar o injuriamos lo que habriamos de honrar, no podemos esperar, por muy torcida que sea nuestra logica, que nadie confie en nosotros y nos acepte como compañera (o) en ninguna empresa. Un saludo a todos los de Ujo allà donde se encuentren. Pquente