Hola Puente. ¿Cómo estás?
Hace ya, algún tiempo, recuerdo haberle hecho una airada réplica a cierto comentario tuyo, en la creencia de que… te la merecías.
Hoy, frente al espejo de tu reciente intervención, me he percatado de que aquella réplica fue un tosco error de mi parte porque, tras tus palabras, estoy contemplando un gran tipo.
Sí: eres un gran tipo como lo es Ton y como lo es Julio Cabo. Como lo son también: Gabriel, Maltés…y algunos otros a los que les pido disculpas por no encontrarlos en mi memoria.
Además de verte como un gran tipo, también te contemplo como equilibrado, noble, informado y sensato.
Dicho lo anterior, permíteme la osadía de que te dé mi parecer:
Creo que tu sugerencia sociopolítica, por necesaria, es muy acertada; pero amparándome en la cruda realidad del momento, la veo como poco menos que inútil. Algunos, como los que directa o indirectamente he citado, podrían responderte adecuadamente y, en consecuencia, de forma enriquecedora. Pero otros, en cambio –la mayoría- no lo harán así. Se dedicarán al cachondeo… o a la erudición Google-Wikipedía… o, por el contrario, a la disfunción mental, o… tal vez al coctel de todas las anteriores que, como siempre, terminarán en el anfiteatro de la descalificación y del insulto. Porque -estimado Puente- todas acabarán mal, excepto aquellas opiniones que vienen del silencio.
Por consiguiente -mi reconocido compañero en el foro- creería como acertado que relevases de respuesta a tu pretensión.
Es verdaderamente lamentable -por muy cierta- esa tendencia natural colectiva de segar todo lo que es bueno, con esa larga guadaña de la necedad que suele afilar la envidia. Pero…
Así pues, compañero, recibe mis obligadas disculpas por aquella inmerecida réplica, junto con un afectivo saludo.
Hace ya, algún tiempo, recuerdo haberle hecho una airada réplica a cierto comentario tuyo, en la creencia de que… te la merecías.
Hoy, frente al espejo de tu reciente intervención, me he percatado de que aquella réplica fue un tosco error de mi parte porque, tras tus palabras, estoy contemplando un gran tipo.
Sí: eres un gran tipo como lo es Ton y como lo es Julio Cabo. Como lo son también: Gabriel, Maltés…y algunos otros a los que les pido disculpas por no encontrarlos en mi memoria.
Además de verte como un gran tipo, también te contemplo como equilibrado, noble, informado y sensato.
Dicho lo anterior, permíteme la osadía de que te dé mi parecer:
Creo que tu sugerencia sociopolítica, por necesaria, es muy acertada; pero amparándome en la cruda realidad del momento, la veo como poco menos que inútil. Algunos, como los que directa o indirectamente he citado, podrían responderte adecuadamente y, en consecuencia, de forma enriquecedora. Pero otros, en cambio –la mayoría- no lo harán así. Se dedicarán al cachondeo… o a la erudición Google-Wikipedía… o, por el contrario, a la disfunción mental, o… tal vez al coctel de todas las anteriores que, como siempre, terminarán en el anfiteatro de la descalificación y del insulto. Porque -estimado Puente- todas acabarán mal, excepto aquellas opiniones que vienen del silencio.
Por consiguiente -mi reconocido compañero en el foro- creería como acertado que relevases de respuesta a tu pretensión.
Es verdaderamente lamentable -por muy cierta- esa tendencia natural colectiva de segar todo lo que es bueno, con esa larga guadaña de la necedad que suele afilar la envidia. Pero…
Así pues, compañero, recibe mis obligadas disculpas por aquella inmerecida réplica, junto con un afectivo saludo.
Amigo Puente:
No me había referido a la cuestión mayorías o minorías, cualificadas o no, sino a un posible doliente resultado cuando el ritmo del tema lo pretenda bailar el “complejo de supositorio”. Eso es todo, compañero.
En cuanto a mí, sobre cuestiones de política contemporánea, te participo que nunca he tenido un recto conocimiento técnico sobre esa materia, ni ganas de tenerlo. Tan solo me masturbo con una vida semicontemplativa, lectura y música.
No obstante, y en general, de todo corazón te deseo suerte.
No me había referido a la cuestión mayorías o minorías, cualificadas o no, sino a un posible doliente resultado cuando el ritmo del tema lo pretenda bailar el “complejo de supositorio”. Eso es todo, compañero.
En cuanto a mí, sobre cuestiones de política contemporánea, te participo que nunca he tenido un recto conocimiento técnico sobre esa materia, ni ganas de tenerlo. Tan solo me masturbo con una vida semicontemplativa, lectura y música.
No obstante, y en general, de todo corazón te deseo suerte.
