! Jajajajajjaja! es bueno comenzar la jornada con buen humor, pues ayuda a olvidar penalidades.
Ese puente de Reicastro que tantas veces he atravesado, yendo camin de la academia de Figaredo, viendo a las maquinas de vapor y sus vagones ir y venir a Turon, y que aveces, colocabamos una punta para que nos hiciera, con su pasar y pesar, una espadita achatarrada. Tambien procurabamos andar por encima del rail, cual saltimbanquis de ocasión, Jajajajajjajaja, y tambien veiamos a mineros que llegagan despues de su jornada de trabajo, unos medio lavados y otros sin lavar, para no perder tiempo.
Tambien lo soliamos atravesar los domingos, cuando ibamos al cine a ver dos pelicuals, generalmente de vaqueros, que nos echaban a las 14h30 antes del cine infantil de Ujo, que era a las cinco de la tarde, como la hora de los toreros.
En fin, tiempos de amorios tempranos, de timideces y sensaciones placenteras, que nos iban induciendo hacia la senda de la pubertad. Tiempos que no se borran y que se mantienen en el baúl de los recuerdos, en el granero de la memoria.
Si paso por ahi, ya te daré un toque, para compartir juntos momentos de apetecible bienestar, charlaremos y beberemos a la salud de todos los de Ujo allá donde se encuentren.
Un saludo y a seguir cuidándose, que la salud, es el motor de la historia.
Ese puente de Reicastro que tantas veces he atravesado, yendo camin de la academia de Figaredo, viendo a las maquinas de vapor y sus vagones ir y venir a Turon, y que aveces, colocabamos una punta para que nos hiciera, con su pasar y pesar, una espadita achatarrada. Tambien procurabamos andar por encima del rail, cual saltimbanquis de ocasión, Jajajajajjajaja, y tambien veiamos a mineros que llegagan despues de su jornada de trabajo, unos medio lavados y otros sin lavar, para no perder tiempo.
Tambien lo soliamos atravesar los domingos, cuando ibamos al cine a ver dos pelicuals, generalmente de vaqueros, que nos echaban a las 14h30 antes del cine infantil de Ujo, que era a las cinco de la tarde, como la hora de los toreros.
En fin, tiempos de amorios tempranos, de timideces y sensaciones placenteras, que nos iban induciendo hacia la senda de la pubertad. Tiempos que no se borran y que se mantienen en el baúl de los recuerdos, en el granero de la memoria.
Si paso por ahi, ya te daré un toque, para compartir juntos momentos de apetecible bienestar, charlaremos y beberemos a la salud de todos los de Ujo allá donde se encuentren.
Un saludo y a seguir cuidándose, que la salud, es el motor de la historia.
