Pues si, Carlos, claro que hecho de menos las fronteras de nuestro pueblo Reicastro, el puente que atravesaba todos los dias para ir a la academia de Figaredo, el puente de la perrona, y, la salida del pueblo para ir a pescar o bañarme en Sovilla o Senriella, Uriendes y Villar,éste último con gratos recuerdos, pero como niños que éramos, las fronteras nos las poniamos a la vuelta de la esquina, pues he tenido que guerrear con las calles adyacentes a la mia, con el lugarin, con la Vega, y un pco con los de la estacion. Teniamos el dia repleto y no teniamos tiempo de aburrirnos. Felices tiempos, no teniamos mucho pero no necesitabamos gran cosa tampoco, eran tiempos de agudizar el ingenio y, el aspecto de sociabilidad lo desarrollábamos al 100%, pues raro era el juego que no necesitaramos de otro para llevarlo a cabo. Todo lo contrario de lo que pasa hoy dia, no te parece?. Bueno Carlos, te dejo seguir en tu charla, que la encuentro de lo mas amena y entrañable. Un saludo para ti y para todos los de Ujo allá donde se encuentren. Puente