EL GUATEQUE INFERNAL 2ª parte:
Como podeis suponer por el tipo de parejas que allí estábamos, la idea de aquella reunión no era muy adecuada para que aquello degenerase en orgía, éramos muy vecinos y ademas había muchos hermanos, por el medio, bueno quizá Canteli y Mari Loli aprovecharon para hacerse algún arrumaco porque eran novios veteranos y ellos no tenían carabina, los demás a bailar, Juan y Junior, Los Angeles y cualquiera de los discos que se escuchaban por aquellos tiempos,, bueno que os voy a contar alguna pieza lenta si que se bailó.! CHAN CHA CHA CHAN! de repente y sin previo aviso comenzarOn a entrar por aquella puerta unos morrillos impresionantes, llovía la munición sobre nosotros, afuera había una mujer muy mayor, que con la ayuda de un guaje pequeñu que le iba aprovisionando de piedras, nos estaba bombardeando, daba unas voces tremendas llamándonos de todo, ella si que se pensaba que aquello era una bacanal, por las cosas que nos decía. Empieza la huída, que no era nada fácil, el amigo canteli salto por la ventana hasta el camino, dejando por el medio 2 metros de pradera, los demás no sabíamos como salir, Fortu le echó valor y salió el primero y le quitó las piedras a la mujer y le retuvo las manos mientras los demás pasabamos por debajo de la tabla y nos dábamos a la fuga, cuando yo salí tenía a Mari Loli enganchada por una mano, me cogió a mí y decía Ya tengo a dos, ¡una hembra y un varón ¡, vais a venir conmigo al cuartel a Santa Cruz, no me fué muy dificil soltarme y soltar a la otra prisionera, ya os dije que era muy mayor, y no hizo falta ninguna violencia, y a correr tocan, bajamos por aquel camino a mil por hora, en un recodo del camino, desde arriba seguían bajando los costeros, no se como no hubo ningún herido, la mujer no tuvo suerte pero puntería si que la tenía, porque pasarnos cerca si que nos pasaban. Ya termino, cuando yo llego al bar del Infierno encuentro a Canteli esperando, debió de bajar en bicicleta, y me pregunta ¿viste a la mi moza?, Como para esperar por ella, todabía ahora de vez en cuando lo provoco con su "valentía" y galanteria con la persona amada. En fín con un poco de miedo por si nos vendría a buscar la guardia civíl nos fuimos a casa dando un rodeo por Sovilla y nos salvamos por los pelos.
La señora era la abuela de un vecino y amigo, compañero de bici, le pediré perdón, pues la mujer estaba en su derecho.
Salud.. os. Basilio
Como podeis suponer por el tipo de parejas que allí estábamos, la idea de aquella reunión no era muy adecuada para que aquello degenerase en orgía, éramos muy vecinos y ademas había muchos hermanos, por el medio, bueno quizá Canteli y Mari Loli aprovecharon para hacerse algún arrumaco porque eran novios veteranos y ellos no tenían carabina, los demás a bailar, Juan y Junior, Los Angeles y cualquiera de los discos que se escuchaban por aquellos tiempos,, bueno que os voy a contar alguna pieza lenta si que se bailó.! CHAN CHA CHA CHAN! de repente y sin previo aviso comenzarOn a entrar por aquella puerta unos morrillos impresionantes, llovía la munición sobre nosotros, afuera había una mujer muy mayor, que con la ayuda de un guaje pequeñu que le iba aprovisionando de piedras, nos estaba bombardeando, daba unas voces tremendas llamándonos de todo, ella si que se pensaba que aquello era una bacanal, por las cosas que nos decía. Empieza la huída, que no era nada fácil, el amigo canteli salto por la ventana hasta el camino, dejando por el medio 2 metros de pradera, los demás no sabíamos como salir, Fortu le echó valor y salió el primero y le quitó las piedras a la mujer y le retuvo las manos mientras los demás pasabamos por debajo de la tabla y nos dábamos a la fuga, cuando yo salí tenía a Mari Loli enganchada por una mano, me cogió a mí y decía Ya tengo a dos, ¡una hembra y un varón ¡, vais a venir conmigo al cuartel a Santa Cruz, no me fué muy dificil soltarme y soltar a la otra prisionera, ya os dije que era muy mayor, y no hizo falta ninguna violencia, y a correr tocan, bajamos por aquel camino a mil por hora, en un recodo del camino, desde arriba seguían bajando los costeros, no se como no hubo ningún herido, la mujer no tuvo suerte pero puntería si que la tenía, porque pasarnos cerca si que nos pasaban. Ya termino, cuando yo llego al bar del Infierno encuentro a Canteli esperando, debió de bajar en bicicleta, y me pregunta ¿viste a la mi moza?, Como para esperar por ella, todabía ahora de vez en cuando lo provoco con su "valentía" y galanteria con la persona amada. En fín con un poco de miedo por si nos vendría a buscar la guardia civíl nos fuimos a casa dando un rodeo por Sovilla y nos salvamos por los pelos.
La señora era la abuela de un vecino y amigo, compañero de bici, le pediré perdón, pues la mujer estaba en su derecho.
Salud.. os. Basilio
