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UJO: Esta otra carta está escrita desde la cárcel Modelo...

Esta otra carta está escrita desde la cárcel Modelo de Oviedo y fechada el 20 de junio de 1938, la firma R.C.

"A mi queridísima esposa:

En los momentos actuales postumos acaso de mi vida no puedo por menos de dedicarte estas líneas las cuales serán el último recuerdo que mío has de tener.

Lo primero que te quiero pedir es sqsue llevéis este terrible trance, con resignación y entereza, esto es muy importante, esto es lo que hace falta para llegar a hacer justicia.

Llegados los trances en que yo ya me encuentro en este momento, 60 días penado a muerte, y viendo salir compañeros para el lugar del crimen, la vida se hace ya abominable.

No se quita uno la vida para que los bárbaros se den el gustazo de matar, ya que sabemos que la sangre que nosotros derramamos será la que les habrá de ahogar cuando se nos lleva al lugar...juntos.

Ven que asesinar seres que algún día se les presentarán y cuál espectros les perseguirán por doquier y les harán imposible la vida.

A mí no me remuerde la conciencia no robé, no asesiné. ¿De qué me va a remorder?

¿Acaso me va a remorder por haber sustentado un ideal? Jamás!.

A mí me matan por haber sido republicano y ahora más que nunca que siento la grandeza de nuestro ideal.

Si esta canalla hubiera asentado sus bases en otro terreno, quizás se hubiera afianzado su estabilidad, pero cuando se asientan las bases sobre cadáveres, descomposición, darán al traste con sus falsas construcciones.

Sí es cierto, que ahora destrozarán nuestros hogares. ¿Pero es que creen estos "cristianos" que no habrán de pagar sus crímenes ?

La vida carcelera en estos trances se hace odiosa y como tal no importa la privación de la vida más que por la familia, en cuyo punto vienen todos nuestros pensamientos, todos los sueños.

A los toques de corneta, se reciben en la cárcel todas las órdenes: diana, fajina, paseo, retreta y por último silencio, más esto que nos mandan a las nueve de la noche lo vulneran nuestros guardianes a las dos de la mañana con bastante impertinencia.

Lo interrumpen con ruidos de cerrojos, lo cual nos anuncia que al día siguiente varios compañeros ya no acuden a las órdenes de corneta".