En nuestras casas para comer, vas de la mano de un hijo, nos llama la esposa, una madre, una hermana.
Todas las cosas se acuerdan en el hogar...
En la cárcel la brutalidad, el despotismo...
Vale más no divagar sobre esto ya que estos recuerdos abrasan el alma.
La familia ! Qué pensamientos ! y qué sueños se tienen para la familia ! más todo ello son quimeras que se forjan en nuestros destrozados cerebros.
Ya nunca volveremos a recibir las cálidas caricias de ningún ser querido, ni aún dárselos al hijo querido..!Pobre hijo! a pesar de que ya sé con qué cariño has de velar por él.
Jamás podrá ser llevado en medio cogido con una mano del padre y otra de la madre. Él habrá de tener que llevar una en el bolsillo.
Para él te dejo una carta que cuando tenga 16 años le darás.
También te dejo otra para las autoridades de la República, y con esa creo que serás atendida algún día.
Tampoco olvido a mi querida familia, ruégales que perdonen las muchas impertinencias que yo sé que mi carácter les puede haber inferido.
Y en mi nombre hazles ver que deseo den caricias a mi hijo y que tú seas acogida con agrado nuevamente en el hogar.
Aunque ya hay personas, encargadas de mostrar mi agradecimiento, a otras tus hermanos tienen el deber de hacerlo patente y para ello te doy nombres de los que "tanto bien" han hecho a nuestro municipio.
El último adiós va en el interior del reloj. Todo lo que en mi poder tengo ya te lo entregarán.
Tú querida esposa: vela por mi hijo, quiérelo y bésalo mucho por mí. ¿Te acuerdas los pensamientos que teníamos, respecto a su educación y porvenir?
Cuánta ilusión me forjé. Pero quizás todavía puedas verlo hecho un hombre.
Creo que las autoridades atenderán a los despoliados hijos y viudas de los caidos. Mucho quedaron a deber, en libros que hay en casa están las cuentas.
Creo firmemente que tu conducta ha de ser en lo sucesivo lo que fue en el pasado, para mí ha sido excelsa y buena, la esposa modelo.
La madre cariñosa y noble y en una palabra la mujer que para mí ha reunido las mejores condiciones que la mujer debe poseer.
Me has hecho dichoso y a tu lado he estado y convivido durante nuestros mejores años, ! qué dicha el estar a tu lado! con cuanta ilusión acudía a casa para besarte a tí y a nuestro hijo!
Ahora durante mi martirio, te has sacrificado más de lo que podías y todo ha sido inútil, yo, triste de mí, no te podré pagar nada, tu sacrificio quedará sin pagar.
Nada más mi muy amada, que éstas mis últimas palabras sirvan para consolaros por una parte y otra, como norma de conducta para fines ya indicados.
Justicia ! Justicia ! tú ama a mi hijo y convive armoniosamente con mi familia, yo, muero por un ideal y como tal no me importa la muerte, y esta muerte no acarrea sufrimientos, se sufre más estando en esta situación.
Haz de tu hijo y el mio, un hombre consciente, y si él se forja un ideal cual el mío ya sabrá que tiene que hacer.
Resignación, esto es lo más grande que hoy os hace falta y mañana podéis suponer, recibe los más cálidos besos de este que con tanto empeño te amó".
Fusilado el 10/07/1938, enterrado en la Fosa Común de Oviedo.
Todas las cosas se acuerdan en el hogar...
En la cárcel la brutalidad, el despotismo...
Vale más no divagar sobre esto ya que estos recuerdos abrasan el alma.
La familia ! Qué pensamientos ! y qué sueños se tienen para la familia ! más todo ello son quimeras que se forjan en nuestros destrozados cerebros.
Ya nunca volveremos a recibir las cálidas caricias de ningún ser querido, ni aún dárselos al hijo querido..!Pobre hijo! a pesar de que ya sé con qué cariño has de velar por él.
Jamás podrá ser llevado en medio cogido con una mano del padre y otra de la madre. Él habrá de tener que llevar una en el bolsillo.
Para él te dejo una carta que cuando tenga 16 años le darás.
También te dejo otra para las autoridades de la República, y con esa creo que serás atendida algún día.
Tampoco olvido a mi querida familia, ruégales que perdonen las muchas impertinencias que yo sé que mi carácter les puede haber inferido.
Y en mi nombre hazles ver que deseo den caricias a mi hijo y que tú seas acogida con agrado nuevamente en el hogar.
Aunque ya hay personas, encargadas de mostrar mi agradecimiento, a otras tus hermanos tienen el deber de hacerlo patente y para ello te doy nombres de los que "tanto bien" han hecho a nuestro municipio.
El último adiós va en el interior del reloj. Todo lo que en mi poder tengo ya te lo entregarán.
Tú querida esposa: vela por mi hijo, quiérelo y bésalo mucho por mí. ¿Te acuerdas los pensamientos que teníamos, respecto a su educación y porvenir?
Cuánta ilusión me forjé. Pero quizás todavía puedas verlo hecho un hombre.
Creo que las autoridades atenderán a los despoliados hijos y viudas de los caidos. Mucho quedaron a deber, en libros que hay en casa están las cuentas.
Creo firmemente que tu conducta ha de ser en lo sucesivo lo que fue en el pasado, para mí ha sido excelsa y buena, la esposa modelo.
La madre cariñosa y noble y en una palabra la mujer que para mí ha reunido las mejores condiciones que la mujer debe poseer.
Me has hecho dichoso y a tu lado he estado y convivido durante nuestros mejores años, ! qué dicha el estar a tu lado! con cuanta ilusión acudía a casa para besarte a tí y a nuestro hijo!
Ahora durante mi martirio, te has sacrificado más de lo que podías y todo ha sido inútil, yo, triste de mí, no te podré pagar nada, tu sacrificio quedará sin pagar.
Nada más mi muy amada, que éstas mis últimas palabras sirvan para consolaros por una parte y otra, como norma de conducta para fines ya indicados.
Justicia ! Justicia ! tú ama a mi hijo y convive armoniosamente con mi familia, yo, muero por un ideal y como tal no me importa la muerte, y esta muerte no acarrea sufrimientos, se sufre más estando en esta situación.
Haz de tu hijo y el mio, un hombre consciente, y si él se forja un ideal cual el mío ya sabrá que tiene que hacer.
Resignación, esto es lo más grande que hoy os hace falta y mañana podéis suponer, recibe los más cálidos besos de este que con tanto empeño te amó".
Fusilado el 10/07/1938, enterrado en la Fosa Común de Oviedo.
