En un pueblín remotu perdido entre valles y niebla vivía escondido un neñu soñando con lucir uniformes, ser el abanderado de la nueva cruzada, guerrero de hojalata.
Lucir medallas en el pechu para sentirse alguien mirándose al espeju.
Copia al patacorta y en el disfraz se hincha, creyendo que así de golpe, crece y que ya es un hombre.
Y llena su boca de frases vacias y sin contenido, sainetes tan repetidos que suena a cántico impío.
El, gran defensor de la Patria, marioneta de mercadillo, soldadito de opereta que entre bastidores se infla se acalora y desmelena, buscando como copiar a Torquemada y encender la gran hoguera.
Pobre nostálgico perdido, hambriento de grandes gestas, lucir pistolita al cinto.
Lucir medallas en el pechu para sentirse alguien mirándose al espeju.
Copia al patacorta y en el disfraz se hincha, creyendo que así de golpe, crece y que ya es un hombre.
Y llena su boca de frases vacias y sin contenido, sainetes tan repetidos que suena a cántico impío.
El, gran defensor de la Patria, marioneta de mercadillo, soldadito de opereta que entre bastidores se infla se acalora y desmelena, buscando como copiar a Torquemada y encender la gran hoguera.
Pobre nostálgico perdido, hambriento de grandes gestas, lucir pistolita al cinto.
