Antonio Montequin, tenìa un migo con quien llegò a intimidar bastante antes de conocer a Sandalio suarez y despues de conocerle. Este amigo tenia una hermana,
que traìa de cabeza a Antonio Montequin. La amistad con el hermano de Elvira Solana, fuè el puente que estableciò entre èsta y Montequìn los primeros cambios de içmpresiones. Esta circunstancia origino en Montequì el diaparo del flechazo´
cosa en èl sxtraña, ya que habia tenido otras novias de muy buena presentaciòn,
que no lograron afectarlo en nada
Elvira Solanas no era orgullosa ni mantenia carantoñas perjudiciales, como otras mugeres agraciadas, de su categoria y posiciòn social. No era rica, pero ganabacon
su taller de modista cuanto necesitaba para vivir en una posiciòn envidiable.
Su maestria en las confeciones traspasban todos los sistemas y variedades conocidas en el limitado campo de aquel pueblo minero. Lo de Elvira Solanas parecia importado de un pais de ensueño, sin hacer nada ostentoso ni estrafalario. Su educaciòn y depurado gusto, trascendia en las confeciones y en todos sus actos. Vestir con Elvira Solana era la aspiraciòn de todas las mujeres de buen gisto que podian pagarlo, Su fìsico y sus virtudes eran francamente envidiables. Allta y bien proprcionada, sin que en todo el cuerpo hubiese un
solo miembro en discondancia con los retanres.
que traìa de cabeza a Antonio Montequin. La amistad con el hermano de Elvira Solana, fuè el puente que estableciò entre èsta y Montequìn los primeros cambios de içmpresiones. Esta circunstancia origino en Montequì el diaparo del flechazo´
cosa en èl sxtraña, ya que habia tenido otras novias de muy buena presentaciòn,
que no lograron afectarlo en nada
Elvira Solanas no era orgullosa ni mantenia carantoñas perjudiciales, como otras mugeres agraciadas, de su categoria y posiciòn social. No era rica, pero ganabacon
su taller de modista cuanto necesitaba para vivir en una posiciòn envidiable.
Su maestria en las confeciones traspasban todos los sistemas y variedades conocidas en el limitado campo de aquel pueblo minero. Lo de Elvira Solanas parecia importado de un pais de ensueño, sin hacer nada ostentoso ni estrafalario. Su educaciòn y depurado gusto, trascendia en las confeciones y en todos sus actos. Vestir con Elvira Solana era la aspiraciòn de todas las mujeres de buen gisto que podian pagarlo, Su fìsico y sus virtudes eran francamente envidiables. Allta y bien proprcionada, sin que en todo el cuerpo hubiese un
solo miembro en discondancia con los retanres.
