Me han dicho Trubia querido, que estàs triste, cuèntame, etoy sentada en tu plazuela, y escucho tu relato con atenciòn, no estoy sola, vienen conmigo compañeros de clase que quieren conocer tu historia.
¡Si ya sè que soy mayor para ir a la escuela!
ya te explicarè.
Te cuento, estoy dolido, dolido del abandono que sufro, mucha de mi gente ya no està, pero los otros que quedan, se podìan acordar un poco màs de mì, a todos os cuidè en mi regazo procurando que no os faltara nada, fuì un pueblo que diò trabajo a tanta gente, hasta 5.000 obreros lleguè a tener en la fàbrica de Cañones, ademàs estaban "La Cardosa" (de la familia Fuente), "La quimica del nalòn", "Industrias Doy" (Segarin), en fin.
Escucho con nostalgia el ruido de mis calles inundadas de chiquillos que entraban y salian a la escuela del gobierno, la cabalgata de Reyes, procesiones de Semana Santa etc. Tambien fui pueblo de fiestas y romerìas, amenizadas por las propias orquestas trubiecas: "Negresco", "punto azul", etc. Orfeòn, Banda de mùsica y ese segundo sàbado del mes de julio, cuando sonaba la sirena en la Fabrica y los obreros a las doce en punto comenzaban sus vacaciones, tirando voladores, carrozas, gigantes y cabezudos, verbenas llenas de luces de colores, hay que decir que toda mi gente fueron sobresalientes en muchos campos: musicales, obreros de finas maquinarias, inundàndo todo el pais con su saber, mis barrios estaban plagados de tiendas, lo mismo te vendìan un traje que un dedal.
Y los chigres, abarrotados, de eso que tù sabes Pepita, pues estaba el chigre de tu padre, donde se celebraban campeonatos de MUS y de BRISCA, acompañado todo por la buena mano que tenìa tu madre para la cocina, callos, caracoles, etc. Los domingos aquellas canciones de voces privilegiadas, todos como en familia ¡què recuerdos!.
Pero lo peor es que tambien dicen que soy ¡Feo! ¿Es que no ven mis montañas? Suaves como moqueta mi rio caudaloso y truchero, cruzado por puentes pintorescos y romanticos. Me cierra el "picu Guanga" que completa un paisaje esplèndido. Trubia, siento interrunpirte, miro el reloj y ya es hora de marcharnos, en otra ocasiòn completaremos tu historia, que renacerà pues por ti no pasa nunca el tiempo, en cambio por tus hijos es inexorable, no veremos tu resurgir. ¡Hasta SIEMPRE! Pepita de Trubia con mucha honra.
Post data "MuChas gracias a mi querida prima Pepita por este dialogo con TRUBIA
¡Si ya sè que soy mayor para ir a la escuela!
ya te explicarè.
Te cuento, estoy dolido, dolido del abandono que sufro, mucha de mi gente ya no està, pero los otros que quedan, se podìan acordar un poco màs de mì, a todos os cuidè en mi regazo procurando que no os faltara nada, fuì un pueblo que diò trabajo a tanta gente, hasta 5.000 obreros lleguè a tener en la fàbrica de Cañones, ademàs estaban "La Cardosa" (de la familia Fuente), "La quimica del nalòn", "Industrias Doy" (Segarin), en fin.
Escucho con nostalgia el ruido de mis calles inundadas de chiquillos que entraban y salian a la escuela del gobierno, la cabalgata de Reyes, procesiones de Semana Santa etc. Tambien fui pueblo de fiestas y romerìas, amenizadas por las propias orquestas trubiecas: "Negresco", "punto azul", etc. Orfeòn, Banda de mùsica y ese segundo sàbado del mes de julio, cuando sonaba la sirena en la Fabrica y los obreros a las doce en punto comenzaban sus vacaciones, tirando voladores, carrozas, gigantes y cabezudos, verbenas llenas de luces de colores, hay que decir que toda mi gente fueron sobresalientes en muchos campos: musicales, obreros de finas maquinarias, inundàndo todo el pais con su saber, mis barrios estaban plagados de tiendas, lo mismo te vendìan un traje que un dedal.
Y los chigres, abarrotados, de eso que tù sabes Pepita, pues estaba el chigre de tu padre, donde se celebraban campeonatos de MUS y de BRISCA, acompañado todo por la buena mano que tenìa tu madre para la cocina, callos, caracoles, etc. Los domingos aquellas canciones de voces privilegiadas, todos como en familia ¡què recuerdos!.
Pero lo peor es que tambien dicen que soy ¡Feo! ¿Es que no ven mis montañas? Suaves como moqueta mi rio caudaloso y truchero, cruzado por puentes pintorescos y romanticos. Me cierra el "picu Guanga" que completa un paisaje esplèndido. Trubia, siento interrunpirte, miro el reloj y ya es hora de marcharnos, en otra ocasiòn completaremos tu historia, que renacerà pues por ti no pasa nunca el tiempo, en cambio por tus hijos es inexorable, no veremos tu resurgir. ¡Hasta SIEMPRE! Pepita de Trubia con mucha honra.
Post data "MuChas gracias a mi querida prima Pepita por este dialogo con TRUBIA
Muy bonito este escrito de Trubia que recuerdos gracias