Amanecía y la espesa neblina envolvia todo el valle. La calle vivia un bullicio incesante, un guirigay de voces, de risas, de carreras y en algunos momentos se escuchaba algún llanto. Enseguida ¡pum! ¡pum! ¡pum! El humo invadió la calle, y el olor a pólvora empezó a extenderse por el barrio. Eran los chicos, pistoleros que emulando a Jhon Wahyne o Errol Flynn, alegraban las calles con su regalo de reyes mas preciado. No faltaba Jerónimo, ni Pluma Roja, ni Toro Sentado... Ellos también estaban ahí, peleando, luchando con los yankys mientras ajenas a todo y en medio de todo el zafarrancho, la barriguitas, barbie, mariquita perez y alguna más, formaban parte del regalo de un elenco de mozuelas que miraban extasiadas a sus héroes. A mi me gusta el vaquero, no yo prefiero al indio, tiene más colorines, ¡y yo, los vaqueros son muy malos! Ellos mientras tanto, en su pequeña tregua, las miraban a ellas, a mi me gusta la rubia, no a mi no que tiene pecas, a mi me gusta aquella otra, anda calla, no ves que está muy gordita, que no, bueno anda la morenina... No la morenina no, que ye la mi hermana, ¡y que chaval! Y como ignorando que ellos estaban bebiendo los vientos por ellas, se miraban con miradas cómplices y jugueteaban se hacian las interesantes y a veces fingiendo timidez se acercaban. Oye dice aquella que si le dejas la pistola, o ellos, ¡a ver que muñeca te trajeron los reyes? Y poco a poco, entre el olor a póvora de restallón, de ternura en forma de muñecas iba pasando la mañana. Por la tarde, otro ratin pero habia que reponer la munición y el kiosco estaba cerrado para comprar la tira de restallones y seguir jugando a indios y vaqueros. Ellas en cambio, ya habían decidido con que modelito iban a vestir a sus muñecas. ¡HABIA QUE APROVECHAR! Al dia siguiente de nuevo al cole donde esperaban D. Angel, D. Felix, D. Santos, D. Jesús, Dª Pilar, Dª Angelita (la marigüela) Dª Cristina y D. Faustino con quien nos divertiamos mientras nos contaba sus aventuras como jugador en el Oviedo (su frustrado sueño de ser futbolista).
Hoy en cambio, no suenan los revolveres, las muñecas se van de vacaciones, tan solo alguna bici y un sepulcral silencio, se siente en la mañana de Reyes. Ahora tan solo juegos de ordenador, wifis y portátiles, ocupan las mentes de los hijos de aquellos que tal vez se enamoraron sin pensar que fuera para siempre, jugando a indios, vaqueros y muñecas. A TODOS, MI HOMENAJE.
Hoy en cambio, no suenan los revolveres, las muñecas se van de vacaciones, tan solo alguna bici y un sepulcral silencio, se siente en la mañana de Reyes. Ahora tan solo juegos de ordenador, wifis y portátiles, ocupan las mentes de los hijos de aquellos que tal vez se enamoraron sin pensar que fuera para siempre, jugando a indios, vaqueros y muñecas. A TODOS, MI HOMENAJE.
de que rioturbio ablas angel del que recordamos la mayoria o del que desgraciada mente parece que se enpeña en recordar marta por lo que yo veo no busca nada vive en su mundo y por desgracia en rioturbio se le trato mui pero mui mal
Hablo de aquel Rioturbio en el que todos nos peleabamoa a las diez y a la diez y un minuto eramos los mejores amigos del mundo. Hablo de aquel Rioturbio donde cada día era distinto a los demás porque entre toda la chiquilleria existia una magia especial, donde cada mañana, cada tarde y cada noche, podiamos irnos tranquilos dejando nuestras puertas abiertas al vecino, hablo de aquel Rioturbio donde cada Navidad no era de una sola familia, sino de todas las familias del barrio. Josín hablo de un Rioturbio donde pese a los tiempos, a la situación sociopolitica de la que nosotros poco entendíamos entonces, tan solamente nos importaba, como ahora, respirar un poco de felicidad. Solo siento, que Marta no haya entendido eso. No me equivoqué ayer cuando le dije que seguia tan seria como siempre y sinceramente hubiera querido que en este foro estuvieran Toño, el Inca, Gero y Tere. ¡QUE DIFERENCIA ENTRE ELLOS Y ELLA! Ese es el Rioturbio del que hablo Josin el que si todo sale bien, podremos retratar dentro de algunos meses
Ese es el que yo recuerdo en el que me sentí agusto enseguida, cuando llegué no conocia a nadie pero me sentí como si fuera de rioturbio desde siempre. ¡Gracias vecinos!