LA PARROQUIA DE QUINTUELES. Quintueles es la Parroquia más Occidental del Concejo de Villaviciosa, por el Norte limita con el Mar Cantábrico, por el Este limita con la Parroquia de Quintes, por el Sur con San Miguel de Arroes, y por el Oeste con Deva, Cabueñes, y Somió, pertenecientes las tres al Concejo de Gijón, es una de las 41 Parroquias que dependen del Ayuntamiento de Villaviciosa, tenía una población al 2008 de 663 habitantes, 343 varones y 320 hembras equivalente a un 4,57 % de los 14.500 habitantes que tiene el Concejo, y ocupa 9 KM/2 correspondientes a un 3,29 % de la extensión total de los 273 KM/2 de las Parroquias de la “Villa”
Tiene diez Barrios, enumerados de Norte a Sur, El Peñucal, Cerredo, Rovigo ó (Rodavigo) San Clemente, Capellanía, La Corolla, Cazamular, Friud, Granderroble y Los Pisones. La Iglesia celebra la fiesta Sacramental y de San Bartolomé el 24 de Agosto, está en el Barrio de Cazamular y el Cementerio en el Barrio de San Clemente, en el Barrio de Granderroble hay una antiquísima Capilla muy visitada y que el día 5 de Agosto celebra una multitudinaria fiesta religiosa en honor de la Virgen de las Nieves, la Iglesia eclesiásticamente pertenece al Concejo de Gijón, está atendida conjuntamente con la de Quintes por D. Abelardo García.
La Parroquia está maravillosamente comunicada tanto por autopista como por varias carreteras, la autopista tiene una rotonda o salida la Nº 378 en la Bonagua donde convergen Deva, San Miguel de Arroes, y Quintueles, y por una nueva carretera enlaza con la N-632 que atraviesa el pueblo de Este a Oeste desde el Forcón hasta el Puente Mataoveya, un ramal de la N-632 atraviesa y da servicio a todo el pueblo y termina justamente en el mar, en la hermosísima Playa de La Ñora una de las más concurridas y muy visitada por los gijoneses, tiene varias carreteras de “escape” como la que comunica con Quintes por el Regatón, y la que comunica con Cabueñes por el Molín de Pilo, el barrio de Granderroble lo atraviesa la carretera que desde la Venta de La Esperanza da servicio a Quintes, los Pisones tiene varias carreteras y caminos asfaltados que dan servicio y comunicación a todo el barrio, al estar más al Sur, al otro lado de la Carretera General muchos lo confunden con San Miguel de Arroes, pero es uno de los 10 barrios del pueblo, en cuanto a Rovigo quizás se eche de menos una comunicación interior con la Parroquia, para ir o volver se tiene que atravesar una parte de la Parroquia de Quintes.
El sustento de los vecinos de la Parroquia de Quintueles en el siglo XX principalmente era el campo en todas sus extensiones, en las caserías se atendía a la ganadería, con leche, “xatos” pollos y gallinas, y el correspondiente cerdo para el San Martín, (la leche caliente con la boroña era el desayuno clásico), en la agricultura o labranza, se plantaban extensas fincas de maíz, y “fabes” para el autoconsumo anual, que no faltasen “les fabes” y la torta para la comida del mediodía, de la huerta, un poco de todo, sobresaliendo las patatas que eran plato obligatorio, guisadas con las costillas saladas del cerdo para la cena, alternadas con “les fariñes” o “les farrapes” con leche, las frutas donde predominaban las manzanas que asadas en el llar eran el postre ideal, recogidas en Noviembre duraban en el hórreo hasta Mayo, los frutos secos, (nueces y avellanas) sidra, en casi todas las caserías disponían de un lagar (pequeño o grande) pero dispuesto como mínimo para producir las 200 cajas de sidra que se calculaban que se bebían anualmente en cada domicilio y los “pitos de caleya” reservados para los festejos del pueblo.
En cada domicilio con mayor o menor dedicación había uno o varios canteros, arrancando las grandes piedras de las canteras arrastrándolas con las parejas de vacas hasta algún techado o tendejón donde en los días inhábiles para el campo se dedicaban a cortar y preparar muelas para molinos harineros, muelas de afilar, también piedra para la edificación de las casas, cuadras, o lagares, pegoyos para los hórreos y poyos para asentamiento de los toneles en los lagares, en algunas casas antiguas se ven verdaderas obras de arte en pilastras para las portillas de entrada a las antojanas, brocales de pozos, pilones para beber los animales, bancos para el descanso, y también lavaderos de una sola pieza con la “llabana” para lavar la ropa incluida.
Las casas casi tenían denominación de origen, se las conocía como “casa mariñana de portalón”, y había otro tipo de piso alto y corredor que se las denominaba como “casa mariñana de corredor” solían tener además la cuadra, el lagar, y un pequeño hórreo donde protegían de los ratones el grano, maíz, fabes, el trigo que genéricamente se denominaba pan, era un artículo de lujo, daba mucho trabajo y en pocas caserías lo cosechaban, las paneras (construcciones mayores que los hórreos) eran muy escasas, en esta zona los acuíferos estaban a flor de tierra y en cada domicilio con 4 ó 5 metros de profundidad tenían a su servicio un ubérrimo pozo de rica y cristalina agua, con un artístico brocal de una pieza de piedra, su correspondiente arco, en lo alto la roldana, la cuerda y el caldero para sacar el agua y dar servicio al domicilio y a los animales.
Hoy en Quintueles apenas hay caserías, ni artistas canteros, es un pueblo residencial que se encuentra a 10 minutos de Gijón donde muchos de los habitantes tienen su puesto de trabajo, dispone de bares, merenderos, restaurantes, hoteles y casas residenciales de aldea y es turismo puro.
Tiene diez Barrios, enumerados de Norte a Sur, El Peñucal, Cerredo, Rovigo ó (Rodavigo) San Clemente, Capellanía, La Corolla, Cazamular, Friud, Granderroble y Los Pisones. La Iglesia celebra la fiesta Sacramental y de San Bartolomé el 24 de Agosto, está en el Barrio de Cazamular y el Cementerio en el Barrio de San Clemente, en el Barrio de Granderroble hay una antiquísima Capilla muy visitada y que el día 5 de Agosto celebra una multitudinaria fiesta religiosa en honor de la Virgen de las Nieves, la Iglesia eclesiásticamente pertenece al Concejo de Gijón, está atendida conjuntamente con la de Quintes por D. Abelardo García.
La Parroquia está maravillosamente comunicada tanto por autopista como por varias carreteras, la autopista tiene una rotonda o salida la Nº 378 en la Bonagua donde convergen Deva, San Miguel de Arroes, y Quintueles, y por una nueva carretera enlaza con la N-632 que atraviesa el pueblo de Este a Oeste desde el Forcón hasta el Puente Mataoveya, un ramal de la N-632 atraviesa y da servicio a todo el pueblo y termina justamente en el mar, en la hermosísima Playa de La Ñora una de las más concurridas y muy visitada por los gijoneses, tiene varias carreteras de “escape” como la que comunica con Quintes por el Regatón, y la que comunica con Cabueñes por el Molín de Pilo, el barrio de Granderroble lo atraviesa la carretera que desde la Venta de La Esperanza da servicio a Quintes, los Pisones tiene varias carreteras y caminos asfaltados que dan servicio y comunicación a todo el barrio, al estar más al Sur, al otro lado de la Carretera General muchos lo confunden con San Miguel de Arroes, pero es uno de los 10 barrios del pueblo, en cuanto a Rovigo quizás se eche de menos una comunicación interior con la Parroquia, para ir o volver se tiene que atravesar una parte de la Parroquia de Quintes.
El sustento de los vecinos de la Parroquia de Quintueles en el siglo XX principalmente era el campo en todas sus extensiones, en las caserías se atendía a la ganadería, con leche, “xatos” pollos y gallinas, y el correspondiente cerdo para el San Martín, (la leche caliente con la boroña era el desayuno clásico), en la agricultura o labranza, se plantaban extensas fincas de maíz, y “fabes” para el autoconsumo anual, que no faltasen “les fabes” y la torta para la comida del mediodía, de la huerta, un poco de todo, sobresaliendo las patatas que eran plato obligatorio, guisadas con las costillas saladas del cerdo para la cena, alternadas con “les fariñes” o “les farrapes” con leche, las frutas donde predominaban las manzanas que asadas en el llar eran el postre ideal, recogidas en Noviembre duraban en el hórreo hasta Mayo, los frutos secos, (nueces y avellanas) sidra, en casi todas las caserías disponían de un lagar (pequeño o grande) pero dispuesto como mínimo para producir las 200 cajas de sidra que se calculaban que se bebían anualmente en cada domicilio y los “pitos de caleya” reservados para los festejos del pueblo.
En cada domicilio con mayor o menor dedicación había uno o varios canteros, arrancando las grandes piedras de las canteras arrastrándolas con las parejas de vacas hasta algún techado o tendejón donde en los días inhábiles para el campo se dedicaban a cortar y preparar muelas para molinos harineros, muelas de afilar, también piedra para la edificación de las casas, cuadras, o lagares, pegoyos para los hórreos y poyos para asentamiento de los toneles en los lagares, en algunas casas antiguas se ven verdaderas obras de arte en pilastras para las portillas de entrada a las antojanas, brocales de pozos, pilones para beber los animales, bancos para el descanso, y también lavaderos de una sola pieza con la “llabana” para lavar la ropa incluida.
Las casas casi tenían denominación de origen, se las conocía como “casa mariñana de portalón”, y había otro tipo de piso alto y corredor que se las denominaba como “casa mariñana de corredor” solían tener además la cuadra, el lagar, y un pequeño hórreo donde protegían de los ratones el grano, maíz, fabes, el trigo que genéricamente se denominaba pan, era un artículo de lujo, daba mucho trabajo y en pocas caserías lo cosechaban, las paneras (construcciones mayores que los hórreos) eran muy escasas, en esta zona los acuíferos estaban a flor de tierra y en cada domicilio con 4 ó 5 metros de profundidad tenían a su servicio un ubérrimo pozo de rica y cristalina agua, con un artístico brocal de una pieza de piedra, su correspondiente arco, en lo alto la roldana, la cuerda y el caldero para sacar el agua y dar servicio al domicilio y a los animales.
Hoy en Quintueles apenas hay caserías, ni artistas canteros, es un pueblo residencial que se encuentra a 10 minutos de Gijón donde muchos de los habitantes tienen su puesto de trabajo, dispone de bares, merenderos, restaurantes, hoteles y casas residenciales de aldea y es turismo puro.
