No. esta imagen no ha sido captada desde el cielo, ha sido desde la acera, en la esquina de la calla Clarín, tal y como se ofrece, así, a tan escasos metros de la magistratura de la circulación, o sea, ahí, sin que la vea nadie. La imagen muestra la realidad, aquí, al igual que en otras partes, se muestran otras imagines de anormalidad consentida. O soslayada, o pasar de largo y dejar el problema atrás.
Esta imagen muestra cómo no hay nadie que evite estas cosas. Y así el paso cortado completamente por irresponsables, tanto una clase de peatones como otra, tal cual se ven las señoras que llevan sus bebés en coche de mano, ya se ve que tienen que salir, para poder seguir, a la calle Libertad, donde los vehículos no siempre permiten caminar.
Lo que más fastidia es que los pasos peatonales estén cortados la mayoría de las veces, tal como se ve aquí y en otras cien fotos que dispongo al extremo de esta calle, en el entronque con Menéndez Pidal. Y, oiga, no siempre los que atraviesan y cortan el paso total y absolutamente a los peatones están "a lo mejor ganando el jornal, porque están trabajando", oiga, que no, que no lo están. Lo hemos comprobado muchas veces para poder aseverar lo que decimos.
En nuestra villa pelesa se dan cosas muy raras. Donde hay una señal que prohíbe, ahí debajo o al lado, aparecen los coches aparcados, y no hay nadie que lo evite. Entonces, ¿para que ponen las señales?
El Ayuntamiento podría decir algo el respecto, pero no lo dice. Y mientras tanto, ya se ven muchas cosas aquí, en este encanto de pueblo, encantado por la rabia de la madrastra de Blanca Nieves, que sólo quiere pasar ella, pero no hace nada para que los demás también puedan pasar.
Esta imagen muestra cómo no hay nadie que evite estas cosas. Y así el paso cortado completamente por irresponsables, tanto una clase de peatones como otra, tal cual se ven las señoras que llevan sus bebés en coche de mano, ya se ve que tienen que salir, para poder seguir, a la calle Libertad, donde los vehículos no siempre permiten caminar.
Lo que más fastidia es que los pasos peatonales estén cortados la mayoría de las veces, tal como se ve aquí y en otras cien fotos que dispongo al extremo de esta calle, en el entronque con Menéndez Pidal. Y, oiga, no siempre los que atraviesan y cortan el paso total y absolutamente a los peatones están "a lo mejor ganando el jornal, porque están trabajando", oiga, que no, que no lo están. Lo hemos comprobado muchas veces para poder aseverar lo que decimos.
En nuestra villa pelesa se dan cosas muy raras. Donde hay una señal que prohíbe, ahí debajo o al lado, aparecen los coches aparcados, y no hay nadie que lo evite. Entonces, ¿para que ponen las señales?
El Ayuntamiento podría decir algo el respecto, pero no lo dice. Y mientras tanto, ya se ven muchas cosas aquí, en este encanto de pueblo, encantado por la rabia de la madrastra de Blanca Nieves, que sólo quiere pasar ella, pero no hace nada para que los demás también puedan pasar.