Estuve el martes y el miércoles pasado con motivo del entierro de mi madre, pero ya estoy de vuelta en
Madrid, asomándome a esta ventanina que mantienes con tanto cuidado y que nos acerca a la Pola cuando sentimos algo de morriña.
Cuando disponga de más tiempo intentaré acercarme a tu trabajo, a ese trocito de
Argentina en Gijón, para darte un fuerte abrazo recordar tiempos mejores, como cuando jugábamos a les chapes en aquella
terraza que unía los dos pabellones que hacían
esquina con lo que
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