POLA DE LAVIANA: Qué cara de buena persona que tenía ahí. Pues recuerdo...

Qué cara de buena persona que tenía ahí.
Pues recuerdo como armé alguna el mismo día de mi primera comunión. La primera fué que los recordatorios que me sobraron los fuí vendiendo a los vecinos y la segunda es que al entrar a la iglesia no pude resistir tocar el silbato que traía colgado con un hermoso cordón el traje de marinerito.
Un saludo.


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