Ahí vemos a la Campurra, presumiendo de
chimenea. La mitá de la Pola afumiá de carbonilla producida por de forruñenta caldera de está vieja heroina.
Ya i-quedaba poco a esta valiente de andar por los retorcios carriles de fierro. Yera el añu 1962.
Decía Ana Belem (la muyer de Victor Manuel) "No se porque te quiero" y yo digo que: No se porque te añoro Campurra.
Ni porqué me acuerdo del su pasu a les once la mañana, cuando el recreo en les Escueles Nacionales y desde el
patio contemplábemos durante un ratiquín el su pasu por la
carretera general, con su sempiterna chimenea humeante. Después de esi ratiquín seguiemos jugando: a les boliches, a la pelota, a les chapes, a la estaca ó pinchu (que consistía en espetar tres veces una estacuca de maera en un barrizal y les que tirabes de los compañeros, tenien que dir corriendo a por elles. Ganaba el que quedaba solu en el barrizal),
Ala media hora justa, Salía un maestro a la
escalera y llamaba a tos los guajes, que entravemos corriendo a clase.