Frente a la
Iglesia parroquial de
Santa María pasaba el pequeño afluente del Nalón,
Rio San Julián o de la Rebollá, después se extendía por la hermosa vega abundantes manzanales y algunas
huertas,; al lado de la
Casa del
Pueblo podía admirarse un bonito y alto abeto, que saludaba con cortesía al vecino
ayuntamiento de Laviana.
Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar
pasar haciendo
caminos
caminos sobre la
mar...
A. Machado