Calle de Atrás, POLA DE LAVIANA

En esti muro había multitud de argolles, donde los paisanos amarraben a les vaques que diven a mercar. El número de reses era bastante grande y lo más natural era que la calle se llenara de cuchu a lo largo de la mañana del jueves (día de mercado).
En el mismu muro, también, habien puesto unos urinarios al aire libre; donde los paisanos se arrimaben y echaben la mexá, mientras seguien charrando con el tratante ó saludando a algún vecín que pasaba.
Enfrente, en el Llagarón (que regentaba Armandón) taba lleno de paisanos y tratantes discutiendo el preciu de ésta ó aquella vaquina, mientras tomaben una pinta vino tras otra. El tratante con la boina un pocu de llau, el mandilón azul, pa no manchar el traje y la cartera repleta de billetones que unía con una liga.
A veces, oíase cantar curioso; pues en aquél tiempu yera lo más normal del mundo echar un cantarín ó entonar una tonada mientrs los demás clientes facien corro y animábenlu también.
Desde lo alto de les paredes podíes ver cabeces de jabalis, corzos, rebecos y variada cornamenta de pieces cobraes por la peña de caza del Llagarón.