Romances y leyensa relacionan el supuesto rosal que dio el nombre a la calle, con los milagro y cadenas del Cristo del Aspra. Entre los documentos coleccionados por Jovellanos hay uno de 1237 en el que ya se menciona el Fontán y el Rosal. En 1302 hay constancia de que la Ciudad foró el terreno o solar de una casa, en Rosal, a un vecino de Latores; y un año antes 1301, la abadesa de San Pelayo cambia a la viuda del tendero Pedro Giráldez "un hero que nuestro monestero ha saliente la villa de Oviedo a parte del Rosal". En fin, la famosa deª Balesquida, probablemente emparentada con el Pedro de 1301, hizo, ya en 1232, donación a la Cofradia de los Sastres de terrenos situados hacia esa calle. En 1598 el municipio designó, en el Rosal, dos casas, "proximas al hospital de la Magdalena", para albergar convalecientes de una epidemia. Los dos tercios superiores del Rosal son los de apertura más reciente, pues en sesión de 16 de abril de 1660, referiéndose a terrenos del Fontan, "huerta de la Valesquidad" y prado del Colegio de la Compañía, se dan normas para que "se haga una calle que vaya del dicho Fontán hacia Santa Susana. "Nombres y cosas de las calles de Oviedo". Tercera Edición (1992), patrocinada por el Ayuntamiento y donde el autor don José Ramón Tolivar Faes, autoriza y pone al día, sin recibir alguna compensación económica. Sutevo.
