Situada en el
barrio alto del
pueblo al que da nombre, el origen de la
Torre de
Noriega se remonta al siglo VIII, en el que comenzó su construcción en tiempos de la Reconquista.
Diversa documentación sitúa sus inicios al contraer matrimonio doña Gumersinda (hermana del Rey Don Pelayo) con don Pedro de Noriega. Como consecuencia de dicho enlace, el Rey Don Pelayo concedió a don Pedro de Noriega el título de Duque de
Cantabria, actualmente perteneciente a la Corona.
La Torre se encuadra en la típica construcción
medieval con funciones de defensa, y no hace tanto tiempo (en el siglo XVIII) que se quitó el
puente levadizo y se cegó el foso. Huellas de esta histórica finalidad
militar quedan en la propia construcción, en la que se pueden apreciar en las
ventanas asientos de
piedra que servían de descanso a los centinelas en las largas guardias, así como en el propio
escudo de los Noriega en el que junto a la imagen de la Torre aparece un ángel anunciando la victoria de Covadonga a Don Pelayo: "Angelus Pelagio et suis victoriam".
La Torre tiene planta rectangular y se distribuye en cuatro alturas, estando rematada con almenas piramidales de mampostería. Los muros son de sillarejo, reservándose el sillar para el refuerzo de las
esquinas, en donde se aprecian aspilleras rectangulares que atraviesan el fuerte muro por los cuatro costados. A finales del siglo XIV fue construida, como anejo a la Torre, una vivienda, que posteriormente, y como consecuencia de las diversas sucesiones hereditarias de la misma
familia Noriega, fue dividida en dos partes a comienzos del siglo XIX.
Comunicada con la casona principal, se encuentra una
capilla, cuya construcción se remonta al siglo XVII, en la cual tenían lugar los acontecimientos religiosos más importantes de la familia. Se dejó de destinar al culto católico en la Guerra Civil, durante la cual fue destruido por un incendio el
retablo barroco de su interior, que constaba de tres
hornacinas, entre las cuales destacaba la dedicada a
San Juan Bautista. Esta capilla que conserva el
altar interior, tiene planta cuadrangular y
bóveda de crucería nervada, así como una estrecha saetera en el muro occidental, en el que destaca la concha de Santiago, como consecuencia de la pertenencia a esta Orden de diversos miembros de la familia Noriega.
El acceso a esta capilla se abre en la
fachada sur a través de un
arco de medio punto, siendo visible desde el interior de la misma el
patio interior de la casona principal, que actualmente se encuentra en
ruinas.
A lo largo de los siglos, han pertenecido al linaje de los Noriega personajes ilustres, entre los que cabe destacar don Pedro de Noriega, comendador de Santiago y gran valido de Ordoño II de
León, don Diego Antonio de Noriega y Castejón, al que Felipe V concedió el título de Marqués de Hermosilla por su buen hacer en la Alcaldía de
Madrid y que el 25 de enero de 1783 donó al pueblo de
Bustio la Capilla denominada de San Juan y don Ramón de Noriega capitán comandante de húsares francos de
Extremadura, en la Guerra de Independencia, que resistió las ofertas del enemigo de perdonarle la vida y concederle la libertad si juraba fidelidad al rey francés intruso y que con valor heroico y despreciando tales ofrecimientos, contestó que prefería morir en su patria y que "UN NORIEGA NO ES TRAIDOR NI A SU PATRIA NI A SU REY".