Poca gente habrà actualmente que se recuerden de cuando para pasar a
San Esteban se hacia en lanchas de remos. Yo he pasado varias veces, a pesar de que extensamenteera del
pueblo; costaba dos reales. Si mi memoria sigue todavia en orden, los
hombres que manejaban las lanchas se llamaban Talao y Macano. Hubo
carros de heladeros, se llamaba
Iglesias. Fui a
casa de
Maria Pacho, y a casa de Benigno, tambièn, alguna vez al cine. Fuè un pueblo marinero, de
pescadores sin par. De ese pueblo ya escribiò
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