GIJON: Hermosísima escultura, dentro de su aparente rudeza....

Hermosísima escultura, dentro de su aparente rudeza. Me acerqué a ella, tomé su mano en las mías. La besé. Me transmitió su dolor, su desamparo... Yo, con mi pobre gesto, quise infundirle esperanza... "no llores, mujer, él volverá..."
G.