el pedreru, GIJON

A veces, siento la necesidad de ir hasta la orilla del mar a contemplar el infinito llegar de las olas, que al acercarse a la orilla tornan en espuma plateada.
Miro el horizonte marino y me alegra observar las maniobras de los barcos al atracar en al puerto.

Recuerdo hace unos veranos, en un día nebuloso, donde la neblina aparecía y desaparecia a su libre albedrío, contemplé, de repente muy cerca de la playa de San Lorenzo a un gran velero, que con las velas desplegadas nos dejó en la memoria...