Las baldosas del Paseo Marino que llamamos el Muro de San Lorenzo, es una de las zonas más transitadas de nuestro municipio y es utilizado por imnumerables caminantes del paseo diario "obligatorio"; osea que se obligan a si mismos, ya llueva, haga frio o calor. ¡Lo mismo da!

Habrá que felicitar a los albañiles que colocaron las baldosas del pavimento; pues, la verdad: no parece que sufran mucho el continuo pisar de las buenas gentes andarinas de esta villa (entre las que, ocasionalmente, me cuento)