Por entonces solo había un coto señorial en este territorio: el de
San Pedro de Boca de
Mar, perteneciente a la
casa de Omaña. El señorío es una institución propia de la Edad Media y la Edad Moderna en
España, mediante la cual un espacio territorial determinado estaba sometido a la autoridad de un señor o persona privada que ejercía sobre dicho territorio y sus habitantes unas facultades que excedían a las de un simple propietario. En cierto modo similar al «feudo» del Imperio carolingio. Surgió en los reinos cristianos del norte peninsular y se extendió con la Reconquista al resto del territorio, confirmándose e incrementándose (refeudalización) con la Monarquía Hispánica posterior.