Es una prueba más del olvido secular que sufre el Valle de Casomera. Desde los años 60, la gente que la habitaba, ha tenido que abandonar los pueblos en busca de trabajo. No se ha hecho nada para mantener esta población en esta comarca del concejo de Aller. La vida del concejo se dirige al otro valle, el de Felechosa, para aquel toda clase de subvenciones y prebendas, para el nuestro nada, simplemente dejar que se muera, pues tan solo quedan los viejos del lugar, y sus escasos votos poco deciden. La carretera a Piedrafita estaba diseñada ya en tiempos de Jovellanos, e incluso existe un proyecto de 1929, pero desde esta fecha nada. Lo triste es que el Ayuntamiento de Aller guarda un sospechoso silencio. En León se está haciendo e incluso han demandado al Principado de Asturias que haga la conexión con el puerto. El Principado nada ha hecho, lo que es normal, porque no lo hará si no existe una demanda institucional por parte del Ayuntamiento de Aller, que debe pensar que fomentar este valle, puede perjudicar al otro. Es una visión tan miope, y pueblerina, que de esta manera no se avanza, y mientras tanto el valle de Casomera se muere. La solución estaría en que desde Llamas hacia arriba no se votase en las próximas elecciones, que nadie votase; entonces y solamente entonces comprenderían el mensaje de la responsabilidad que se le achaca a los políticos de Aller por su imperdonable olvido de este valle, sea interesado o no.
