BELEÑO: Desde los años deslumbrantes de los descubrimientos...

Desde los años deslumbrantes de los descubrimientos de finales de siglo XV hasta hoy mismo hay una comunicación constante de tiempos venturosos y dramáticos, exitos y fracasos inmemoriables que establecierón la familiaridad, entre españoles, cubanos, argentinos, uruguayos, dominicanos, mexicanos, portarriqueños, chilenos y venezolanos.

ponga figura en la zarabanda española del exodo con todos los honores y dolores.
La milenaria tierra astur ha proyectado a sus hijos hacia los distintos continentes, acuciados por la necesidad y la esperanza de mejorar las condiciones de vida, o ímpulsados por un afan de hacer fortuna o enrriquecerse para volver a casa.

En este punto bio- bibliográfico quiero recordar a todos los ponguetos catapultados a miles de kilómetros que estubieron dispuestos a confirmar su capacidad, de riesgo, ambición y liberació. A pesar de su morriña Como lo expresa este pequeño gran poema de uno de los hermanos González Muñìz, los chilenos como cariñosamente se les llamaba, Y que siempre estavan pendientes de mandar a la juventud de Beleño un presente moneterio para el pago de las fiestas.

AÑORANZAS

Tristeces llevo en mío alma
también en mio coraón
porque estoy lexos de Ponga,
no me falta a mí razón.

Son penes de tar tan llexos
tan llexos de aquel solar
e mio tierra que me llama.
Sin ella no puedo estar.

Son recuerdos de pequeñuqueñu
que no los puedo olvidar
recuerdos que están muy hondos
como el fondu del mar.

Son aquellos camininos
los que fecen recordar
a les moces cuando canten
y a los paxaros piar.

Les flores de pan y quesu
la chifla de algún rapaz
que va pizcando tempranu
lo que tien que merendar.

E la sasá de la escuel
con roídos de abeyón
pasen hombres y muyeres,
a cuchar pel caleyón

Son aqueyes casiquines
casí toes con portal
contando cuentos les vieyes
con corexa y delantal.

Son les tierres y los praos
tou aqueyo un florigal,
los rapaces ayindiando
pasen pel sucu barrial,
comiendo mores y angretes
con esguitia y tirabal.

Conceyos nes cocines
el calentar de los vieyos
tropezar con les madreñes
y ver cruzar esperteyos.

Hórreos con les sos tenovies
ñeru de una ceriquina
que salta de ablanu en ablanu,
piando la probiquina.

Foguera, pinu, rosquilles,
bolera, la procesión
y bailes tos la giraldilla
lleva el compás el roncón

A la meya cien pasante
mano a puente quebrada
con estí manxanetón
yo ganeti una tirada.

Ye Ñoceda, Les Salgeres
y tambien La Pandellina
les muyeres con un cestú
llevando la merendina.

Caldes, Les Llampes, El Rasú
La Collada Pumerín,
cuentos que nos contaven
argayos del Cabañin.

Roidos de les guadañes
que suenen al cabruñar,
cencerros y campanilles
xiatos y vaques bramar.

Lleguen hasta mis oídos,
roidos de aquel yugar,
que en les noches cuando duermo
fácenme despertar.

Soñando con tou aquello
y queriendolo palpar,
abro lo güellos pa velo
y dándome mucha rabia
vuélvolos a cerrar,
porque con ellos abiertos,
no puedo a Sán Juan mirar.

José González Muñíz 1947