Puente de Piedra. Crecida de Ebro, ZARAGOZA

El Puente de Piedra y Pretil de San Lázaro se localizan en Zaragoza (España). Desde el siglo XII se trató de levantar un puente que garantizara permanentemente el paso del Ebro. En 1401 se iniciaron las obras del puente que conocemos en la actualidad, dirigidas por Gil de Menestral, estando acabado en 1440.
Una riada el año 1643 destruyó dos de las arcadas centrales del puente, circunstancia que se documenta en la Vista de Zaragoza pintada en 1647 por Martínez del Mazo. Era el tramo donde se irguieron dos torrecillas de origen medieval. El puente fue reparado en 1659, incluyendo las dos torres, por Felipe de Busignac, maestro de obras de Zaragoza, que modificó también los tajamares y espolones del puente, ampliándolos.
En 1789 el arquitecto Agustín Sanz realizaba el pretil del Ebro que iba desde el Puente de Piedra hasta el Convento de San Lázaro. Este murallón se construyó en seis meses concluyéndose las obras el 24 de diciembre de 1789, para prevenir el riesgo de inundaciones de la ciudad en las posibles avenidas del río.
El Puente de Piedra y su pretil, son un elemento clave en la composición urbana de la ciudad, de gran importancia formal y funcional, estructurador del conjunto y del paisaje natural y edificado.
Esta importancia no fue únicamente en el plano regional sino que a nivel nacional supuso un gran avance, ya que históricamente, desde mediados del siglo XV, el puente garantizaba las comunicaciones del cuadrante noreste peninsular.
Del pretil de la margen derecha, se sabe que en 1777 los arquitectos Pedro del Mazo y Juan Ortiz de Lastra acometen su construcción. Lo realizan en piedra sillar. Está comprendido entre el Templo del Pilar y el Puente de Piedra cuya última arcada ya permanecía cubierta tal y como demuestra el plano de 1778.
La piedra utilizada para construir este puente pertenecía a la cantera que tenía el Papa en el municipio de Fréscano, situada ésta en el monte de Burrén. El puente contiene piedra de Fréscano y Grisén.
(19 de Enero de 2013)