...///..., madre de un compañero, tambien había al inicio de
San Lorenzo dos zapateros remendones y en la
plaza una pensión que no recuerdo el nombre, en la otra parte el
Bar Salas al que ibámos a echar las quinielas, la
farmacia y por supuesto la
estatua de los Hermanos Argensola, muy desgastada y mirando a la
iglesia del Sagrado Corazón, a la que ibamos a oir misa si llegábamos tarde a la
Capilla de los Maristas. En fin, recuerdos inolvidables.