El pasado octubre del 2004 haciendo el camino Uncastillo-Sádaba me acerqué hasta el lugar donde está el monumento funerario romano de los Atilios.Serían las 4 de la tarde y empezaba a lloviznar.Fui a apearme del coche para grabar en video y en eso que veo multitud de aves de enorme envergadura que llegaban en grandes grupos y cada vez más y más. ¡Qué miedo me dió! Tanto que no me apeé e impedí que mi marido lo hiciese ya que él si quería hacer la grabación de los Atilios.Con mucha pena me quedé sin ... (ver texto completo)