Puerta de la Concepción después de la restauración. La principal pista que nos permite diferenciar la fábrica original gótica (finales del siglo XV - principios del XVI) de la del XIX es el color. Los tonos dorados del rosetón y los estribos laterales pertenecen al edificio gótico, mientras que la piedra blanca es un añadido de Fernández Casanova, que levanta la nueva puerta entre 1866 y 1895, fecha en la que se dan por concluidas las obras a pesar de que se prolongarán hasta 1927. A diferencia de la Puerta del Príncipe, la de la Concepción sí está decorada con una serie de esculturas en terracota que le otorgan una bicromía llamativa y a la vez muy sugerente. En la parte superior nos encontramos a Cristo Rey centrando la composición con los doce apóstoles, un claro guiño a las galerías de reyes del Gótico francés. Más abajo, en el tímpano, nos encontramos el grupo de la Virgen con San Juan y San Miguel y en los laterales cuatro figuras femeninas entre las que se encuentra Judith y Esther.